El enfoque reciente de discusión se centra en las criptomonedas que podrían duplicar su valor a fin de año, las cuales se dividen principalmente en dos categorías: proyectos con fundamentos sólidos, como Aptos y Avalanche, que abordan problemas reales y cuya subida o bajada está relacionada con la actividad de su ecosistema; y las Meme coins como SHIB y DOGE, que dependen del sentimiento de la comunidad y presentan un riesgo mayor. Las monedas emergentes como Sui y Fantom podrían estar subvaloradas, y se considera que una estrategia de inversión mixta es más segura, siendo fundamental hacer una investigación exhaustiva.