Resulta que cuando una persona parece haber perdido algo, deja de hablar. Yo, que solía ser tan ruidoso, ahora me he vuelto tan silencioso. En realidad, entre todas las personas que he perdido, la que más extraño soy yo mismo. De joven, no conocía el sabor de la tristeza y forzaba nuevas palabras para hablar de ella; ahora que he probado plenamente el sabor de la tristeza, quiero hablar pero me detengo, quiero hablar pero me detengo, y solo digo: "Qué buen otoño hace."
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Resulta que cuando una persona parece haber perdido algo, deja de hablar. Yo, que solía ser tan ruidoso, ahora me he vuelto tan silencioso. En realidad, entre todas las personas que he perdido, la que más extraño soy yo mismo. De joven, no conocía el sabor de la tristeza y forzaba nuevas palabras para hablar de ella; ahora que he probado plenamente el sabor de la tristeza, quiero hablar pero me detengo, quiero hablar pero me detengo, y solo digo: "Qué buen otoño hace."