El hombre más impresionante no es aquel que gasta generosamente ni el que tiene a su alrededor un mar de bellezas. Es aquel que, incluso en tiempos de adversidad, no pierde su integridad y su pasión. Tiene responsabilidad y compromiso, y con su propia fuerza, sin temor a las dificultades, ha recorrido un camino lleno de espinas, ganándose finalmente su propio espacio en el mundo. Puedes colapsar por la noche, pero al amanecer puedes resistir la presión de todos lados, seguir esforzándote y vivir bien. Delante de los padres, muestra piedad; en el matrimonio, muestra lealtad; frente a los hijos,
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