Starbucks está llevando a cabo un cambio estratégico importante que marca una desviación de su modelo de expansión agresiva en las principales ciudades. Bajo el liderazgo del nuevo CEO Brian Niccol, la compañía está implementando una reestructuración de $1 mil millones que incluye el cierre de aproximadamente 400 tiendas en EE. UU. con bajo rendimiento, principalmente ubicadas en áreas metropolitanas densamente pobladas como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y San Francisco.
La Rendición de Cuentas con la Saturación Urbana
La decisión de cerrar locales refleja una reevaluación fundamental del manual de juego urbano que Starbucks dominaba. Durante años, la cadena siguió una estrategia de agrupar múltiples cafeterías en proximidad dentro de las principales ciudades, apostando a que el dominio del mercado se traduciría en crecimiento de ingresos. Este enfoque, en cambio, ha generado canibalización interna y ha estirado los recursos en exceso en ubicaciones redundantes.
Nueva York ejemplifica esta recalibración. La compañía ha cerrado 42 tiendas, lo que representa aproximadamente el 12% de su presencia en Manhattan, y ha cedido su posición como la mayor cadena de café de la ciudad a Dunkin’. Los Ángeles vio más de 20 cierres este año, con reducciones comparables en Chicago, San Francisco, Minneapolis y Baltimore. Tras realizar una revisión exhaustiva de sus más de 18,000 ubicaciones en EE. UU. y Canadá, la dirección determinó que muchas tiendas ya no se alineaban con los estándares actuales de la marca ni generaban retornos suficientes.
Los Obstáculos del Mercado que Redefinen el Panorama
El retroceso responde a múltiples desafíos que convergen. Los cambios demográficos post-pandemia han reducido las poblaciones urbanas en los metros clave, disminuyendo la base de consumidores que antes sustentaba el rendimiento de las tiendas. Al mismo tiempo, la normalización del trabajo remoto ha alterado fundamentalmente los patrones de tráfico de los desplazamientos en los distritos centrales de negocios, haciendo que muchas ubicaciones en edificios de oficinas sean obsoletas.
La intensidad competitiva también se ha acelerado. Cafeterías especializadas independientes, cadenas regionales de café y la explosión de conceptos de bubble tea y smoothies han fragmentado el mercado, atrayendo clientes lejos de las ubicaciones tradicionales de Starbucks. Además, la reciente decisión de la compañía de terminar su política de acceso abierto—que permitía a visitantes sin compra y uso de baños sin adquirir productos—fue impulsada por la tensión operativa y consideraciones de seguridad, complicando aún más la economía de las tiendas en zonas urbanas de alto tráfico.
Reposicionamiento para la Rentabilidad
En lugar de abandonar por completo el crecimiento, Starbucks está redirigiendo capital hacia un modelo más selectivo. La compañía planea abrir y remodelar aproximadamente 1,000 tiendas propias en 2026, priorizando formatos rediseñados con mayor capacidad de asientos, tomas de corriente y ambientes tipo lounge, posicionados como un “tercer lugar” cómodo entre el hogar y el trabajo.
Los mercados suburbanos emergen como la frontera del crecimiento. Los menores costos laborales y de alquiler en estas áreas mejoran la economía por unidad, haciendo que los formatos de autoservicio y las ubicaciones orientadas a la conveniencia sean cada vez más atractivos. Este reequilibrio geográfico permite a Starbucks captar segmentos de demanda que estaban desatendidos por la estrategia urbana anterior.
El Desafío Operacional por Delante
Los inversores permanecen cautelosos respecto al ritmo de la recuperación. Las acciones han caído aproximadamente un 6% en lo que va del año, con analistas señalando que SBUX cotiza actualmente a $85.64, con un aumento del 0.66% en la última sesión. El desafío persistente consiste en conciliar la complejidad operativa de gestionar el cumplimiento de pedidos móviles con el deseo de mantener las tiendas como espacios de reunión relajados—una tensión que sigue limitando la rentabilidad y la uniformidad en la experiencia del cliente en toda la cartera.
La iniciativa de cierre de tiendas no representa una retirada del mercado del café, sino más bien una recalibración hacia una economía a nivel de unidad sostenible en un entorno donde la densidad ya no garantiza el dominio.
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Estrategia de reestructuración de Starbucks: por qué el gigante del café está reduciendo la densidad urbana
Starbucks está llevando a cabo un cambio estratégico importante que marca una desviación de su modelo de expansión agresiva en las principales ciudades. Bajo el liderazgo del nuevo CEO Brian Niccol, la compañía está implementando una reestructuración de $1 mil millones que incluye el cierre de aproximadamente 400 tiendas en EE. UU. con bajo rendimiento, principalmente ubicadas en áreas metropolitanas densamente pobladas como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y San Francisco.
La Rendición de Cuentas con la Saturación Urbana
La decisión de cerrar locales refleja una reevaluación fundamental del manual de juego urbano que Starbucks dominaba. Durante años, la cadena siguió una estrategia de agrupar múltiples cafeterías en proximidad dentro de las principales ciudades, apostando a que el dominio del mercado se traduciría en crecimiento de ingresos. Este enfoque, en cambio, ha generado canibalización interna y ha estirado los recursos en exceso en ubicaciones redundantes.
Nueva York ejemplifica esta recalibración. La compañía ha cerrado 42 tiendas, lo que representa aproximadamente el 12% de su presencia en Manhattan, y ha cedido su posición como la mayor cadena de café de la ciudad a Dunkin’. Los Ángeles vio más de 20 cierres este año, con reducciones comparables en Chicago, San Francisco, Minneapolis y Baltimore. Tras realizar una revisión exhaustiva de sus más de 18,000 ubicaciones en EE. UU. y Canadá, la dirección determinó que muchas tiendas ya no se alineaban con los estándares actuales de la marca ni generaban retornos suficientes.
Los Obstáculos del Mercado que Redefinen el Panorama
El retroceso responde a múltiples desafíos que convergen. Los cambios demográficos post-pandemia han reducido las poblaciones urbanas en los metros clave, disminuyendo la base de consumidores que antes sustentaba el rendimiento de las tiendas. Al mismo tiempo, la normalización del trabajo remoto ha alterado fundamentalmente los patrones de tráfico de los desplazamientos en los distritos centrales de negocios, haciendo que muchas ubicaciones en edificios de oficinas sean obsoletas.
La intensidad competitiva también se ha acelerado. Cafeterías especializadas independientes, cadenas regionales de café y la explosión de conceptos de bubble tea y smoothies han fragmentado el mercado, atrayendo clientes lejos de las ubicaciones tradicionales de Starbucks. Además, la reciente decisión de la compañía de terminar su política de acceso abierto—que permitía a visitantes sin compra y uso de baños sin adquirir productos—fue impulsada por la tensión operativa y consideraciones de seguridad, complicando aún más la economía de las tiendas en zonas urbanas de alto tráfico.
Reposicionamiento para la Rentabilidad
En lugar de abandonar por completo el crecimiento, Starbucks está redirigiendo capital hacia un modelo más selectivo. La compañía planea abrir y remodelar aproximadamente 1,000 tiendas propias en 2026, priorizando formatos rediseñados con mayor capacidad de asientos, tomas de corriente y ambientes tipo lounge, posicionados como un “tercer lugar” cómodo entre el hogar y el trabajo.
Los mercados suburbanos emergen como la frontera del crecimiento. Los menores costos laborales y de alquiler en estas áreas mejoran la economía por unidad, haciendo que los formatos de autoservicio y las ubicaciones orientadas a la conveniencia sean cada vez más atractivos. Este reequilibrio geográfico permite a Starbucks captar segmentos de demanda que estaban desatendidos por la estrategia urbana anterior.
El Desafío Operacional por Delante
Los inversores permanecen cautelosos respecto al ritmo de la recuperación. Las acciones han caído aproximadamente un 6% en lo que va del año, con analistas señalando que SBUX cotiza actualmente a $85.64, con un aumento del 0.66% en la última sesión. El desafío persistente consiste en conciliar la complejidad operativa de gestionar el cumplimiento de pedidos móviles con el deseo de mantener las tiendas como espacios de reunión relajados—una tensión que sigue limitando la rentabilidad y la uniformidad en la experiencia del cliente en toda la cartera.
La iniciativa de cierre de tiendas no representa una retirada del mercado del café, sino más bien una recalibración hacia una economía a nivel de unidad sostenible en un entorno donde la densidad ya no garantiza el dominio.