Quedan unas horas para que sea 2025, mirando hacia atrás, el mercado de este año me ha dado muchas lecciones. La verdad, el mercado por un lado ponía a prueba mi paciencia y por otro me preguntaba si entendía qué significa «estrategia».

Las operaciones de las primeras semanas del año son las que más recuerdo — siempre que veía un aumento fuerte a corto plazo, me dejaba llevar por la emoción y entraba, pero en la mayoría de los casos, terminaba perdiendo al contraataque. En ese momento no lo entendía, simplemente estaba enfrentándome al mercado. Luego, poco a poco, comprendí que lo que más temen en estas operaciones es la «prisa». La emoción de seguir las subidas y vender en las bajadas tiene un precio: la reducción de la cuenta.

El verdadero punto de inflexión fue desacelerar el ritmo. Ya no me fijaba en las fluctuaciones minuto a minuto, sino que empezaba a prestar atención a marcos temporales más largos. Con menos ruido a corto plazo, la lógica para ganar dinero se volvió más clara. En el mercado de criptomonedas, a veces, observar en silencio lo que sucede vale más que actuar de inmediato.

Operar no tiene atajos. La paciencia es la mejor estrategia.