Durante años, internet resolvió la identidad y los pagos para los humanos. Ahora el mismo problema vuelve a aparecer, pero esta vez para las máquinas.
De ahí surge @openmind_agi con su FABRIC. A medida que la IA sale de los centros de datos y entra en el mundo físico, los robots dejan de ser herramientas simples. Se convierten en sistemas autónomos que operan en hogares, oficinas, calles y espacios compartidos.
Para funcionar por sí mismos, necesitan tres cosas: identidad, pagos y procedencia. La criptografía ya resolvió esta pila para las personas.
El FABRIC de OpenMind extiende la misma lógica a la IA física. FABRIC es la capa de confianza y coordinación de OpenMind para las máquinas. Permite a los robots verificar su identidad, demostrar su ubicación y actividad, y realizar pagos directamente sin humanos en el proceso.
Eso cambia lo que son los robots. Dejan de ser asistentes y comienzan a convertirse en actores económicos. Los robots de ayer vivían en fábricas. Las máquinas de hoy son móviles, están conectadas y aprenden en el entorno real. Necesitan contexto. Necesitan una red compartida. Necesitan infraestructura en la que puedan confiar.
Necesitan el FABRIC de OpenMind. La última actualización del panel de control de FABRIC añade la vinculación de cuentas sociales, fortaleciendo la identidad real del usuario a medida que OpenMind lanza nuevos productos para el mundo humano–máquina.
Se trata de construir los raíles invisibles en los que dependerán las máquinas a medida que la autonomía se vuelve real. OpenMind no solo dota a los robots de inteligencia. Les da la capacidad de verificar, coordinar y transaccionar en el mundo real.
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Durante años, internet resolvió la identidad y los pagos para los humanos. Ahora el mismo problema vuelve a aparecer, pero esta vez para las máquinas.
De ahí surge @openmind_agi con su FABRIC.
A medida que la IA sale de los centros de datos y entra en el mundo físico, los robots dejan de ser herramientas simples. Se convierten en sistemas autónomos que operan en hogares, oficinas, calles y espacios compartidos.
Para funcionar por sí mismos, necesitan tres cosas:
identidad, pagos y procedencia.
La criptografía ya resolvió esta pila para las personas.
El FABRIC de OpenMind extiende la misma lógica a la IA física.
FABRIC es la capa de confianza y coordinación de OpenMind para las máquinas. Permite a los robots verificar su identidad, demostrar su ubicación y actividad, y realizar pagos directamente sin humanos en el proceso.
Eso cambia lo que son los robots.
Dejan de ser asistentes y comienzan a convertirse en actores económicos.
Los robots de ayer vivían en fábricas. Las máquinas de hoy son móviles, están conectadas y aprenden en el entorno real.
Necesitan contexto.
Necesitan una red compartida.
Necesitan infraestructura en la que puedan confiar.
Necesitan el FABRIC de OpenMind.
La última actualización del panel de control de FABRIC añade la vinculación de cuentas sociales, fortaleciendo la identidad real del usuario a medida que OpenMind lanza nuevos productos para el mundo humano–máquina.
Se trata de construir los raíles invisibles en los que dependerán las máquinas a medida que la autonomía se vuelve real. OpenMind no solo dota a los robots de inteligencia. Les da la capacidad de verificar, coordinar y transaccionar en el mundo real.