El 25 de diciembre, la última directiva de transparencia fiscal de activos digitales de la Unión Europea entrará en vigor el 1 de enero, incorporando oficialmente las actividades de criptomonedas en el sistema de declaración fiscal de la UE. La directiva, llamada DAC8, exige que los proveedores de servicios de activos digitales recopilen y reporten detalles de usuarios y transacciones a las autoridades fiscales de cada país, y luego compartan estos datos entre los Estados miembros de la UE. Este cambio llena una brecha de larga data, ya que anteriormente ciertas partes de la economía criptográfica estaban menos reguladas que las cuentas financieras tradicionales. Según DAC8, las autoridades fiscales pueden supervisar de manera transparente y pública la posesión, transacción y transferencia de criptomonedas, de manera similar a las cuentas bancarias. Las bolsas de valores, corredores y otros proveedores de servicios de criptomonedas ahora deben considerar la declaración fiscal como un requisito operativo central, y no como un asunto secundario de cumplimiento. Aunque la directiva entrará en vigor el 1 de enero, las empresas disponen de un período de transición limitado para ajustar sus sistemas antes de la aplicación obligatoria.
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La UE intensifica la tributación de las criptomonedas, la ley DAC8 entra en vigor oficialmente
El 25 de diciembre, la última directiva de transparencia fiscal de activos digitales de la Unión Europea entrará en vigor el 1 de enero, incorporando oficialmente las actividades de criptomonedas en el sistema de declaración fiscal de la UE. La directiva, llamada DAC8, exige que los proveedores de servicios de activos digitales recopilen y reporten detalles de usuarios y transacciones a las autoridades fiscales de cada país, y luego compartan estos datos entre los Estados miembros de la UE. Este cambio llena una brecha de larga data, ya que anteriormente ciertas partes de la economía criptográfica estaban menos reguladas que las cuentas financieras tradicionales. Según DAC8, las autoridades fiscales pueden supervisar de manera transparente y pública la posesión, transacción y transferencia de criptomonedas, de manera similar a las cuentas bancarias. Las bolsas de valores, corredores y otros proveedores de servicios de criptomonedas ahora deben considerar la declaración fiscal como un requisito operativo central, y no como un asunto secundario de cumplimiento. Aunque la directiva entrará en vigor el 1 de enero, las empresas disponen de un período de transición limitado para ajustar sus sistemas antes de la aplicación obligatoria.