A junio de 2025, el tamaño total de la deuda nacional de Estados Unidos ha superado la marca de los 37 billones de dólares, lo que representa el 123% del PIB, un récord. Si bien el monto total de la deuda estadounidense en manos de inversores internacionales se mantuvo cerca del segundo nivel más alto en abril, con 9,01 billones de dólares, vale la pena señalar que China continuó reduciendo sus tenencias de deuda estadounidense a 757.000 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2009.

Las preocupaciones del mercado sobre la salud fiscal de los Estados Unidos están aumentando. En 2025, el gasto en intereses de la deuda pública de EE. UU. superará el presupuesto de defensa, alcanzando la asombrosa cifra de 1.1 billones de dólares. Al mismo tiempo, aproximadamente 3 billones de dólares en deuda vencerán durante el año, y el aumento en la proporción de deuda a corto plazo está agravando la dificultad de refinanciamiento. La agencia de calificación Moody's ha rebajado la calificación crediticia soberana de EE. UU. de la máxima Aaa a Aa1, y ha advertido que el actual modelo de monetización de la deuda podría socavar la posición fundamental del dólar.

Las tensiones geopolíticas mundiales, en particular la relación de Israel con Irán, y la incertidumbre de la política económica han exacerbado aún más la volatilidad del mercado, haciendo que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se disparara hasta el 4,59% en un momento dado. Los expertos del mercado creen que si la Fed comienza una flexibilización cuantitativa estructural, puede ayudar a aliviar las presiones de la oferta a corto plazo, pero el desafío del riesgo a largo plazo de la deuda estadounidense no se ha resuelto fundamentalmente.