Las personas con mal carácter tienen una característica en común, y es que no saben reconocer lo bueno. No pueden distinguir la buena intención de los demás hacia ellos; cuanto mejor te comportas con ellos, más se inflan de ego, pensando que eres débil y fácil de manipular. Cuanto más los respetas, más se aprovechan, creyendo que tú dependes de ellos. No solo no apreciarán tu esfuerzo, sino que también pensarán que todo lo que reciben les corresponde. No interpretarán tu bondad como un signo de tu alta calidad, sino que lo atribuirán a su propio encanto. Tu buena voluntad y sacrificios los alimentarán, convirtiéndolos en monstruos que te devorarán.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Las personas con mal carácter tienen una característica en común, y es que no saben reconocer lo bueno. No pueden distinguir la buena intención de los demás hacia ellos; cuanto mejor te comportas con ellos, más se inflan de ego, pensando que eres débil y fácil de manipular. Cuanto más los respetas, más se aprovechan, creyendo que tú dependes de ellos. No solo no apreciarán tu esfuerzo, sino que también pensarán que todo lo que reciben les corresponde. No interpretarán tu bondad como un signo de tu alta calidad, sino que lo atribuirán a su propio encanto. Tu buena voluntad y sacrificios los alimentarán, convirtiéndolos en monstruos que te devorarán.