
El frontrunning es la práctica de ejecutar una transacción antes que la tuya para aprovechar el movimiento de precio que tu orden genera. Suele ocurrir mientras la transacción sigue "pendiente de confirmación" en la cadena.
En una blockchain, las transacciones no confirmadas pasan a una "piscina de transacciones" pública (memory pool o mempool). Es como la cola de un supermercado: tu cesta está a la vista de todos antes de pagar. Las comisiones de transacción—conocidas como comisiones de gas—funcionan como "tarifas de servicio exprés": quienes pagan más tienen prioridad. Si alguien detecta que vas a hacer una compra grande, puede comprar primero, esperar a que tu operación impulse el precio y vender después para obtener beneficio. Este es el ejemplo clásico de frontrunning.
El frontrunning es frecuente porque la piscina de transacciones es pública: cualquiera puede ver las operaciones que esperan ser incluidas en un bloque, y el orden suele establecerse según la comisión pagada.
En términos técnicos, las redes blockchain difunden las transacciones, lo que crea una ventana observable antes de que se finalicen. Los mineros y validadores priorizan las operaciones con comisiones más altas. Los bots automatizados intensifican este fenómeno, monitorizando continuamente grandes operaciones o órdenes con bajo slippage, lo que genera oportunidades constantes de frontrunning.
El proceso suele seguir estos pasos:
En los exchanges descentralizados (DEXs), el ataque sandwich es el método más común de frontrunning. Por ejemplo, si planeas comprar 1 000 $ de un token en Uniswap y defines una tolerancia de slippage (la desviación máxima de precio aceptada) del 2 %.
Un bot detecta tu orden y compra el token con una comisión de gas superior, elevando el precio. Tu compra se ejecuta a una tasa menos favorable, agotando tu margen de slippage. El bot vende después, aprovechando el aumento de precio que él mismo ha provocado. Esta secuencia explota la piscina pública de transacciones y el orden por comisiones, sin necesidad de colusión.
El frontrunning suele traducirse en precios de ejecución peores, consumo acelerado del slippage y costes más altos. Si tu tolerancia de slippage es demasiado baja, la operación puede fallar—y aun así pagarás la comisión de gas por el intento fallido.
En periodos de congestión, los reintentos y las comisiones más altas incrementan el coste real. Además, los bots pueden analizar el historial y parámetros públicos de tu cuenta para aumentar su éxito en frontrunning.
La mitigación implica ajustar parámetros de trading, elegir canales adecuados y usar herramientas de plataforma:
Nota de riesgo: ninguna estrategia elimina por completo la volatilidad o el riesgo de ejecución; la gestión de fondos y expectativas sigue siendo esencial.
El frontrunning es una forma de Maximal Extractable Value (MEV). MEV son los beneficios adicionales por reordenar o combinar transacciones en un bloque—no todas las formas de MEV perjudican al usuario; el arbitraje entre pools y las liquidaciones ayudan a mantener precios justos y la salud crediticia.
El MEV malicioso suele implicar ataques sandwich o reordenaciones para obtener beneficio. Con la evolución de la producción de bloques y los relays, los ecosistemas experimentan con rutas privadas y subastas por lotes para mitigar efectos negativos. En 2025, la monitorización pública muestra que el MEV extraído a diario en Ethereum y otras cadenas EVM supera millones de dólares, variando según la actividad y la congestión (fuente: Flashbots y paneles públicos, 2025).
El frontrunning surge por los mempools públicos y la priorización por comisiones—los bots explotan esto posicionando trades alrededor de los tuyos para beneficiarse de los movimientos de precio. En DEXs, esto suele ser un ataque sandwich, lo que deriva en ejecuciones peores, trades fallidos y costes más altos para el usuario. Para reducir riesgos: ajusta el slippage, usa canales privados, emplea órdenes limitadas/loteadas y aprovecha herramientas condicionales en plataformas como Gate. Comprender la relación entre frontrunning y MEV permite distinguir entre actividades que mantienen la eficiencia del mercado y las que empeoran la experiencia—facilitando decisiones de trading más informadas.
El slippage elevado puede deberse a volatilidad, falta de liquidez o congestión de red. En exchanges descentralizados, los frontrunners pueden usar comisiones de gas más altas para priorizar sus operaciones, lo que hace que tu precio de ejecución se desvíe. Para mitigar este riesgo, ajusta la tolerancia de slippage (normalmente entre 1 y 3 %) y evita trades grandes en horas punta.
MEV (Maximal Extractable Value) abarca todos los beneficios que mineros o validadores obtienen reordenando transacciones; el frontrunning es una forma concreta de MEV, donde mineros/bots se benefician colocando operaciones justo antes o después de las tuyas. En resumen, el frontrunning son estrategias técnicas como el ataque sandwich que explotan el orden de las transacciones, mientras que MEV incluye todas las oportunidades de arbitraje.
Considera estas estrategias: usa mempools privados (como Flashbots) para reducir la visibilidad; divide órdenes grandes en pequeñas; elige pares líquidos para minimizar el slippage; y opera en horas de baja congestión. Algunos DEXs ofrecen protección contra frontrunning—consulta siempre los anuncios de la plataforma antes de operar.
Los bots de frontrunning monitorizan los mempools en busca de operaciones pendientes rentables. Al detectarlas, suben la comisión de gas para que sus trades se minen primero—compran antes de tu orden y venden después de que se ejecute, aprovechando el diferencial de precio y tu slippage.
Los exchanges centralizados emparejan órdenes internamente; los detalles no son públicos, así que los mineros no pueden ver ni manipular las operaciones de antemano. En cambio, en los DEXs las órdenes son transparentes en la cadena—cualquiera puede ver los trades pendientes antes de que se finalicen, permitiendo a mineros o bots ajustar las comisiones de gas y reordenar operaciones. Esta transparencia favorece la descentralización pero incrementa el riesgo de frontrunning—un compromiso inherente al diseño blockchain.


