
Los activos criptográficos algorítmicos son una categoría de tokens cuyas "reglas monetarias" se programan directamente en el software, permitiendo que el suministro o la estructura se ajusten automáticamente mediante smart contracts. A diferencia de los tokens emitidos libremente por individuos u organizaciones, los activos algorítmicos funcionan según algoritmos predefinidos que se ejecutan en la blockchain, normalmente con objetivos como mantener una referencia de precio o replicar un índice específico.
En esencia, los activos criptográficos algorítmicos automatizan ciertas funciones propias de los bancos centrales. Cuando el precio se desvía del objetivo, los smart contracts acuñan o queman tokens siguiendo reglas establecidas, o generan incentivos de arbitraje para que el mercado se aproxime al precio deseado.
Estos activos dependen de smart contracts y fuentes de datos para operar. Los smart contracts son programas automatizados desplegados en blockchains que ejecutan acciones predefinidas al cumplirse ciertas condiciones. Para obtener precios fiables, los contratos recurren a oráculos, puentes de datos seguros que trasladan precios externos a la blockchain.
Existen dos mecanismos habituales para mantener la estabilidad. El primero es el ajuste de suministro: si el precio supera el objetivo, el contrato aumenta el suministro; si cae por debajo, lo reduce, modificando la escasez para influir en el precio. El segundo es el arbitraje de acuñación-quema: los usuarios pueden acuñar o quemar un activo a cambio de otro en una proporción fija, generando oportunidades de beneficio que ayudan a realinear los precios con sus objetivos.
Para que el sistema funcione correctamente, son necesarias fuentes de precios fiables, fórmulas de suministro transparentes y suficiente profundidad de mercado para absorber las operaciones. Sin estos elementos, la volatilidad puede amplificar las desviaciones y desestabilizar el sistema.
Los activos criptográficos algorítmicos suelen agruparse en varias categorías:
Rebase Tokens: Ajustan periódicamente el saldo de tokens de cada cuenta para reflejar los cambios en el precio objetivo. Los saldos se expanden o contraen según las desviaciones de precio, compensando las variaciones mediante actualizaciones automáticas. Ampleforth es el ejemplo más conocido de este modelo rebase.
Algorithmic Stablecoins: Buscan mantener una referencia de precio fija (normalmente 1 $) mediante la modulación del suministro o el arbitraje de acuñación-quema. Si no están completamente colateralizadas, su estabilidad depende de la confianza del mercado y la eficacia de los incentivos, lo que las hace vulnerables a la volatilidad en situaciones de estrés.
Modelos de señoreaje de doble token: Separan “stablecoins” de “tokens de participación/acciones”. En fases de contracción, los tokens de participación prometen flujos de caja futuros; en expansión, absorben el valor excedente. Su sostenibilidad depende de las expectativas de crecimiento futuro.
Modelos parcialmente colateralizados: Combinan mecanismos algorítmicos con una proporción de activos colaterales para mejorar la estabilidad a corto plazo. Si el colateral es insuficiente, la confianza y el arbitraje adquieren mayor relevancia; con colateral abundante, se asemejan a las stablecoins tradicionales respaldadas por activos.
Estos activos cumplen tres funciones principales:
Unidad de pago y contabilidad: Ofrecen alternativas para pagos y registro de operaciones, especialmente útiles en aplicaciones on-chain que requieren valor estable para liquidaciones.
Creación de mercado y gestión de liquidez: Al incorporar precios objetivo en las reglas operativas, permiten la expansión o contracción automática del suministro según las variaciones de precio, mejorando la liquidez y apoyando los protocolos de trading descentralizado.
Seguimiento de índices o cestas: Mediante reequilibrio automático, estos activos pueden mantener pesos fijos en una cesta de tokens subyacentes, eliminando la necesidad de ajustes manuales de cartera.
En los mercados de trading, los activos criptográficos algorítmicos suelen actuar como instrumentos de referencia o cobertura en mercados spot. Por ejemplo, en el exchange spot de Gate, los tokens algorítmicos pueden funcionar como activos estables o rebase, permitiendo intercambios ágiles entre monedas y facilitando la gestión del riesgo.
Algunos casos de estudio muestran tanto sus fortalezas como sus debilidades:
Ampleforth (AMPL): Como token rebase, AMPL ajusta periódicamente los saldos de los usuarios según el precio objetivo, intentando mantener la relación “saldo × precio” alineada con el poder adquisitivo. Aunque el mecanismo es transparente, los saldos fluctuantes pueden resultar confusos para los recién llegados.
UST de Terra (Algorithmic Stablecoin): En mayo de 2022, UST perdió su referencia y entró en una “espiral de muerte”, con caídas rápidas en los valores de los tokens relacionados. Este evento evidenció la vulnerabilidad y dependencia de la confianza del mercado en modelos puramente algorítmicos bajo condiciones extremas.
FRAX (modelo de colateral parcial): Comenzó como “parcialmente colateralizado + algorítmico”, aumentando progresivamente su ratio de colateral para mitigar el riesgo algorítmico puro y adoptar un enfoque más conservador.
OlympusDAO (OHM): Experimentó con liquidez y reservas controladas por el protocolo, destacando el respaldo de activos de tesorería. Sin embargo, la volatilidad de su precio y la complejidad de sus mecanismos han generado debates sobre su sostenibilidad a largo plazo.
El principal riesgo es la “espiral de muerte”: una leve desviación de precio erosiona la confianza del mercado, provoca ventas y expansiones forzadas de suministro o ciclos desequilibrados de acuñación-quema, agravando la pérdida de referencia y dificultando la recuperación.
Otros riesgos relevantes son:
El colapso de Terra/UST en 2022 demostró que los modelos puramente algorítmicos pueden ser insuficientes ante fluctuaciones macro severas y presiones de liquidación. En 2024, la industria prioriza una mayor colateralización, reservas transparentes y arquitecturas robustas de oráculos.
Recuerda: Los activos criptográficos algorítmicos implican riesgos estructurales y de mercado. Participa siempre dentro de tu tolerancia al riesgo.
Tras la crisis de Terra/UST en 2022, los mercados priorizan una fuerte colateralización y transparencia. En 2024-2025, la cuota de mercado de stablecoins algorítmicas es notablemente inferior a la de stablecoins tradicionales respaldadas por activos: según los informes sectoriales de DefiLlama a finales de 2024, las stablecoins algorítmicas representan solo un porcentaje de un solo dígito del total del sector.
Las tendencias emergentes incluyen: diseños de oráculos multisource más resilientes y con protección ante anomalías; ratios más elevados de reservas verificables on-chain; modelos híbridos que combinan activos del mundo real con reglas en cadena; y divulgaciones de cumplimiento más claras. Los algoritmos seguirán siendo herramientas para automatizar la política monetaria, pero cada vez estarán más acompañados de colateralización y marcos de gobernanza.
Los activos criptográficos algorítmicos establecen reglas de ajuste de suministro en el software y emplean incentivos para mantener los objetivos, pero su éxito depende de la profundidad de mercado, la calidad de los oráculos, las reservas y el diseño de la gobernanza. Los modelos rebase, puramente algorítmicos y de colateralización parcial presentan diferentes ventajas y riesgos: la transparencia y automatización permiten eficiencia, pero generan vulnerabilidades en condiciones extremas. Comprender los mecanismos, verificar las reservas, monitorizar la liquidez y la gobernanza son esenciales para participar y evaluar; prioriza la gestión del riesgo al operar para mantener la resiliencia ante la incertidumbre.
La diferencia principal radica en sus mecanismos de estabilización. Las stablecoins colateralizadas en fiat están respaldadas 1:1 por moneda real (por ejemplo, USDT está respaldada por dólares estadounidenses), mientras que las stablecoins algorítmicas dependen exclusivamente de smart contracts y mecanismos de incentivos, sin respaldo de activos reales, para mantener la estabilidad de precio. Las stablecoins algorítmicas suelen ser más descentralizadas, pero conllevan mayor riesgo porque la estabilidad depende totalmente del diseño algorítmico.
La razón principal es la ausencia de respaldo real de activos. Cuando la confianza del mercado cae o se producen grandes retiradas, los mecanismos de incentivos pueden fallar, provocando caídas pronunciadas de precio. Además, la lógica compleja de los contratos puede ocultar vulnerabilidades que pueden ser explotadas por atacantes o exponer el sistema a riesgos de flash loan. Es fundamental comprender la estructura de incentivos y los controles de riesgo antes de invertir.
Concéntrate en tres factores: primero, revisa el historial del equipo y los informes de auditoría de código; segundo, analiza si los incentivos están bien diseñados y si el sistema ha superado pruebas de estrés en mercados reales; finalmente, comprueba que existan aplicaciones ricas en el ecosistema y crecimiento estable de usuarios. Utiliza exchanges profesionales como Gate para investigar proyectos y monitorizar el rendimiento; evita seguir el hype sin fundamento.
Las criptomonedas tradicionales emplean mecanismos de consenso como proof-of-work o proof-of-stake para garantizar la seguridad; su valor proviene de la utilidad de la red. Los activos criptográficos algorítmicos, en cambio, utilizan algoritmos programáticos para funciones específicas (por ejemplo, estabilidad o rendimiento), y su valor depende principalmente de los casos de uso. Aunque son innovadores, implican mayor riesgo y requieren un análisis fundamental más profundo.
Como mínimo, debes comprender los conceptos básicos de smart contracts, los whitepapers de proyectos y las estructuras de incentivos. Es recomendable aprender los fundamentos de blockchain y los principios de DeFi antes de profundizar en diseños algorítmicos. Mantén una sólida conciencia de riesgo, incluidos los eventos cisne negro, y nunca inviertas más de lo que puedas permitirte perder. Recursos como Gate Academy ayudan a los principiantes a iniciarse rápidamente.


