¿Conoces esa sensación cuando estás operando? Algunos refrescan la pantalla como si fuera su propio latido—cada par de minutos, comprobando si esa vela se ha puesto verde o roja. Luego está el otro grupo: ponen el stop-loss, fijan el take-profit, cierran la app y se van a disfrutar de la vida.

¿Qué tipo de personalidad de trading eres tú? ¿El que mira gráficos y busca ese subidón de dopamina con cada tick de precio? ¿O el que lo deja todo programado y se olvida, confiando en los números y alejándose?

La verdad es que ambos estilos tienen su momento. El seguimiento activo te permite detectar esas liquidaciones extrañas o subidas repentinas por noticias. Pero estar pegado a los gráficos de 1 minuto… así es como acabas vendiendo en pánico en los suelos locales.

Mientras tanto, las órdenes automáticas mantienen las emociones fuera del juego. Tu estrategia se ejecuta estés durmiendo o atrapado haciendo doomscrolling. Nada de operaciones por FOMO a las 3 de la mañana. Nada de trading de venganza después de una pérdida.

Siendo sinceros, la mayoría seguramente alternamos entre ambos según las condiciones del mercado. ¿Temporada de altcoins volátiles? Sí, estoy pegado a la pantalla. ¿Fin de semana lento con BTC en modo cangrejo? El SL/TP hace todo el trabajo pesado.