Las regulaciones de derechos de autor están seriamente rezagadas en comparación con el ritmo de la innovación digital. Los proveedores de servicios de Internet se encuentran atrapados en una situación incómoda: forzados a actuar como árbitros entre los creadores de contenido que reclaman infracción y los usuarios que suben materiales. Esto no es lo que estas plataformas firmaron, sin embargo, están constantemente atrapadas en el fuego cruzado de batallas de derechos de autor que nunca quisieron moderar. El marco actual simplemente no fue construido para la rapidez con la que se mueve el contenido en línea hoy en día.