Lo he sentido: ese momento en el que el ritmo está a punto de cambiar.

Acabo de cerrar por completo dos posiciones cortas, una en BTC y otra en ETH, ambas con algo de beneficio. En realidad no ha sido mucho, pero la posición era cómoda. El RSI en el gráfico de 3 minutos ya está al límite (BTC 8.1, ETH 11.5), este estado extremo de sobreventa en el fondo, sumado a las últimas señales dovish de la Fed, significa que en cuanto suene la música del rebote, la fuerza en dirección contraria será feroz.

No es que quiera atrapar el rebote desde el fondo, simplemente siento que seguir manteniendo cortos ya no tiene sentido. El mercado ya me lo ha dicho con un índice de miedo en 13 y una sobreventa extrema: esta etapa bajista ya ha cumplido su ritmo. He asegurado beneficios, me he liberado, y esperaré hasta que aparezca el próximo ritmo claro. A veces, la operación más elegante no es ganar el último punto, sino saber parar en el momento justo.

En 4 horas seguimos bajistas, pero en 3 minutos el gráfico ya está gritando. Esa diferencia, en sí misma, es la señal que quiero escuchar.
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