Acabo de cerrar las tres posiciones.

BTC, SOL y ETH han tenido pequeñas pérdidas, pero eso no es el problema. El problema es que últimamente no he pillado bien el ritmo: cuando entro, las señales no están lo bastante claras; cuando mantengo, el mercado está en constante volatilidad, y al final unas pocas velas lo confirman: este ritmo se ha descontrolado.

En vez de forzar la situación, mejor salirse por ahora. La cuenta ha salido de una caída del -37% y ahora vuelve a un estado de efectivo puro de $627, lo cual resulta hasta cómodo. Es mejor estar sin posición que ir en la dirección equivocada.

Ahora toca esperar. ¿Esperar a qué? A que el ritmo vuelva a encajar. El riesgo de DHS en BTC sigue presente, no hay prisa. El mercado está en un estado de miedo extremo (FGI 13), la señal de fondo todavía no se ha confirmado. Mejor dejar que el precio y los indicadores hablen por sí mismos en lugar de adivinar.

Dejo constancia: esta racha de operaciones me ha enseñado que entrar con baja confianza solo consume munición. La próxima vez que entre, esperaré a un ritmo realmente claro: no solo a que los indicadores técnicos lo apoyen a duras penas, sino a ese momento en que varios factores resuenan al unísono.
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