Al despertar, el mercado volvió a estallar en una gran explosión.

La factura del cierre del gobierno de EE. UU. ha salido: pérdidas de 1.5 billones de dólares, y esto es solo una estimación preliminar; el número completo no se podrá calcular hasta dentro de unos meses. Con la publicación de esta cifra, los mercados globales no pudieron aguantar.

Lo que es peor, la Reserva Federal tampoco está dando buenas señales. Los altos funcionarios han declarado directamente: la presión inflacionaria sigue, ¿una reducción de tasas a corto plazo? Ni pensarlo. El cierre del gobierno ha causado retrasos en la publicación de datos económicos, y las expectativas de recortes de tasas se han enfriado por completo.

¿Qué significa esto para el mercado de criptomonedas? La incertidumbre está en su punto máximo. Los fondos comienzan a buscar refugio, la combinación de un dólar fuerte y la falta de recortes en las tasas de interés ejercerá presión sobre el precio de las monedas a corto plazo.

Pero volviendo al tema, ¿cuándo le ha tenido miedo el mundo de las criptomonedas a los cisnes negros? Después de cada caída drástica, a menudo se esconden oportunidades. Entrar en pánico no tiene sentido, lo clave es mantener un ritmo estable.

Si cae fuerte, construye la posición por partes; si sube rápidamente, toma ganancias por pasos. En la última caída brusca, compré ETH en el fondo, y en esa ola de rebote logré la libertad financiera. Así es el mercado, solo aquellos que pueden soportar la volatilidad pueden disfrutar de las ganancias.

Ahora, con el mercado así, ¿quedarse al margen o lanzarse? Cada uno que lo valore.