Los contratos inteligentes realmente han comenzado a trabajar y ganar dinero por sí mismos. Escribir el código, desplegarlo en la cadena de bloques, dejar el resto en manos del algoritmo: esta es la nueva forma de jugar que trae la cadena de bloques. No se necesita que alguien esté vigilando, el protocolo funciona por sí mismo, y las ganancias se acreditan automáticamente.