El oro acaba de protagonizar un rebote después de ser golpeado la semana pasada. Los futuros de octubre cerraron con una subida de 17,50 dólares (0,4%) a 3.983,70 dólares/oz, rompiendo una racha de pérdidas que había llevado los precios a mínimos de dos semanas. ¿El rebote? Los traders están básicamente aprovechando la caída, comprando oro a precios bajos.
Pero aquí está lo importante: los verdaderos catalizadores no han desaparecido. El riesgo geopolítico sigue latente, el dólar continúa mostrando signos de debilidad bajo la presión de la política estadounidense, y todos apuestan a que la Reserva Federal seguirá bajando las tasas. Los bancos centrales siguen comprando oro como si no hubiera un mañana.
La carta de la Reserva Federal
Los mercados están valorando en un 85,4% la probabilidad de una bajada de 0,25% en diciembre (a través de CME FedWatch). Dicho esto, las perspectivas para 2026 son más inciertas: los inversores quieren que las declaraciones de Powell tras la reunión aclaren si las bajadas de tasas continuarán el próximo año.
Contratiempo económico
Las ventas pendientes de viviendas en septiembre se mantuvieron estables (índice en 74,8) cuando los economistas esperaban un aumento del 1%. En agosto subieron un 4,2%, por lo que esto representa una desaceleración notable en la actividad inmobiliaria. Sin embargo, las ventas pendientes suelen cerrarse entre 4 y 6 semanas después, así que hay que estar atentos a los datos de cierres reales.
En resumen: El atractivo del oro como refugio seguro sigue intacto, pero es volátil—esta tendencia alcista podría revertirse fácilmente si cambia el sentimiento de riesgo. Los próximos movimientos de la Fed serán más importantes que cualquier otra cosa.
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El oro se recupera: esto es lo que realmente está impulsando la tendencia alcista
El oro acaba de protagonizar un rebote después de ser golpeado la semana pasada. Los futuros de octubre cerraron con una subida de 17,50 dólares (0,4%) a 3.983,70 dólares/oz, rompiendo una racha de pérdidas que había llevado los precios a mínimos de dos semanas. ¿El rebote? Los traders están básicamente aprovechando la caída, comprando oro a precios bajos.
Pero aquí está lo importante: los verdaderos catalizadores no han desaparecido. El riesgo geopolítico sigue latente, el dólar continúa mostrando signos de debilidad bajo la presión de la política estadounidense, y todos apuestan a que la Reserva Federal seguirá bajando las tasas. Los bancos centrales siguen comprando oro como si no hubiera un mañana.
La carta de la Reserva Federal
Los mercados están valorando en un 85,4% la probabilidad de una bajada de 0,25% en diciembre (a través de CME FedWatch). Dicho esto, las perspectivas para 2026 son más inciertas: los inversores quieren que las declaraciones de Powell tras la reunión aclaren si las bajadas de tasas continuarán el próximo año.
Contratiempo económico
Las ventas pendientes de viviendas en septiembre se mantuvieron estables (índice en 74,8) cuando los economistas esperaban un aumento del 1%. En agosto subieron un 4,2%, por lo que esto representa una desaceleración notable en la actividad inmobiliaria. Sin embargo, las ventas pendientes suelen cerrarse entre 4 y 6 semanas después, así que hay que estar atentos a los datos de cierres reales.
En resumen: El atractivo del oro como refugio seguro sigue intacto, pero es volátil—esta tendencia alcista podría revertirse fácilmente si cambia el sentimiento de riesgo. Los próximos movimientos de la Fed serán más importantes que cualquier otra cosa.