Los compradores de vivienda por primera vez en EE. UU. alcanzan una edad mediana de 40 años. Sí, lo leíste bien—cuarenta.

Eso es un máximo histórico. ¿La asequibilidad de la vivienda? Aplastada. Las generaciones más jóvenes son excluidas mientras las tasas se mantienen elevadas y el inventario sigue siendo escaso. El sueño de ser propietario de una vivienda sigue alejándose para los millennials y la Generación Z.

¿Qué significa esto para los mercados? El capital está fluyendo a otros lugares. Cuando los activos tradicionales como el inmobiliario se vuelven menos accesibles, las inversiones alternativas—incluido el cripto—comienzan a parecer mucho más atractivas.