La Ley de Moore era simple: cada 2 años, los chips duplicaban su potencia mientras que los costos de computación se reducían a la mitad. Durante décadas, esa curva hacía que el progreso se sintiera gratuito.
La IA dobló esa curva. Cada nuevo parámetro cuesta más que el anterior, por lo que cada avance consume una generación de GPUs. Las ganancias de eficiencia que solían comprarnos trimestres ahora nos compran semanas.
Estamos fuera de progreso "gratis".
Por eso la computación es ahora el punto crítico. No los modelos, no los datos, no los algoritmos - el hardware.
DeAI no elimina esta escasez. La arbitra. Al agrupar la capacidad ociosa en todo el mundo, convierte la ineficiencia en liquidez y desplaza las curvas de costo hacia abajo en tiempo real.
Esto no se trata de vencer a la física.
Se trata de superarlo con redes.
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La Ley de Moore era simple: cada 2 años, los chips duplicaban su potencia mientras que los costos de computación se reducían a la mitad. Durante décadas, esa curva hacía que el progreso se sintiera gratuito.
La IA dobló esa curva. Cada nuevo parámetro cuesta más que el anterior, por lo que cada avance consume una generación de GPUs. Las ganancias de eficiencia que solían comprarnos trimestres ahora nos compran semanas.
Estamos fuera de progreso "gratis".
Por eso la computación es ahora el punto crítico. No los modelos, no los datos, no los algoritmos - el hardware.
DeAI no elimina esta escasez. La arbitra. Al agrupar la capacidad ociosa en todo el mundo, convierte la ineficiencia en liquidez y desplaza las curvas de costo hacia abajo en tiempo real.
Esto no se trata de vencer a la física.
Se trata de superarlo con redes.