¿Alguna vez has sentido esa punzada de envidia cuando alguien presumió de haber multiplicado por 20 su inversión en un token que ni siquiera conocías? Yo sí, y es frustrante. Las preventas de criptomonedas son ese terreno salvaje donde unos pocos avispados se forran mientras el resto miramos desde la barrera.
La cruda realidad de las preventas
Una preventa no es más que una oportunidad para que desarrolladores desconocidos te saquen el dinero antes de que su proyecto siquiera exista realmente. Te venden sus tokens a un precio supuestamente "preferencial" para que financies sus sueños... o sus yates.
He invertido en varias preventas y, maldita sea, algunas han sido auténticos desastres. Pero también he visto cómo amigos multiplicaron por 50 su inversión inicial mientras yo bebía cerveza barata en casa.
Por qué me tiro de cabeza aunque sepa que es peligroso
La adrenalina de entrar temprano es adictiva:
Precios de ganga: Imagina comprar por céntimos lo que luego vale euros. Es como encontrar el próximo Bitcoin cuando solo valía unos dólares.
Retornos obscenos: He visto tokens subir un 1000% en días. No estoy exagerando, aunque muchos caen igual de rápido.
Sensación de exclusividad: Formar parte del club selecto que "descubrió" un proyecto antes que las masas.
Bonos que me ciegan: Esos incentivos del 20% extra por comprar en la primera fase me pueden... ¡y lo saben!
Dónde encuentro estas bombas de relojería (o diamantes)
No esperes que los buenos proyectos te lleguen por correo. Hay que buscar como un loco:
Grupos de Telegram: Aquí se cuece todo, aunque el 90% son estafas descaradas.
Twitter/X: Sigo a desarrolladores con cerebro y a veces sueltan pistas sobre proyectos prometedores.
Foros especializados: Donde los frikis de verdad discuten código antes de que salga a la luz.
Influencers: Sí, muchos son unos vendidos que promocionan cualquier basura, pero algunos tienen olfato.
No me la cueles: cómo filtro las estafas
Después de perder dinero en tres proyectos fantasma, aprendí estas lecciones a golpes:
¿Quién coño es el equipo? Si no muestran sus caras y LinkedIn, huyo. Los anónimos suelen desaparecer con tu dinero.
El whitepaper es sagrado. Si parece escrito por un niño de 12 años o copiado de otro proyecto, es porque probablemente lo sea.
Comunidad real o bots? Entro en sus grupos y pregunto cosas difíciles. Si solo responden con emojis de cohetes, malo.
Auditorías: lo que nadie lee pero todos deberían. Una auditoría independiente no garantiza nada, pero su ausencia es una bandera roja gigante.
¿Me prometen ser millonario? Pues huele a estafa. Las inversiones serias no necesitan exagerar tanto.
Cómo meto mi dinero (y rezo para no perderlo)
Si después de todo esto aún quiero apostar:
Preparo una wallet específica para estas locuras, separada de mis inversiones principales.
Compro ETH o BNB porque casi todas las preventas los usan.
Verifico tres veces la dirección del contrato. Una vez envié fondos a un clon y adiós euros.
Nunca invierto más de lo que puedo permitirme perder. En serio, he visto gente hipotecar su casa por tokens con nombres de perros.
Guardo mis claves como un paranoico. Ni capturas de pantalla ni en la nube.
Lo que nadie te dice sobre las preventas
La mayoría de tokens caen en picado tras el lanzamiento cuando los primeros inversores venden masivamente.
Los desarrolladores a veces se reservan enormes cantidades de tokens y te hunden el precio cuando los venden.
El marketing agresivo no significa que el proyecto tenga futuro real.
Muchos proyectos nunca llegan a ningún exchange decente y te quedas con tokens invendibles.
Las preventas son como el salvaje oeste cripto. Puedes encontrar oro o te pueden disparar. Yo he tenido suerte algunas veces, pero también me han robado otras tantas. Si te atreves a entrar, hazlo con los ojos bien abiertos y la cartera medio cerrada.
Y recuerda: cuando todo el mundo habla de un proyecto, probablemente ya sea tarde para entrar.
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Meterse en preventas de criptomonedas: mi guía para arriesgarlo todo antes que nadie
¿Alguna vez has sentido esa punzada de envidia cuando alguien presumió de haber multiplicado por 20 su inversión en un token que ni siquiera conocías? Yo sí, y es frustrante. Las preventas de criptomonedas son ese terreno salvaje donde unos pocos avispados se forran mientras el resto miramos desde la barrera.
La cruda realidad de las preventas
Una preventa no es más que una oportunidad para que desarrolladores desconocidos te saquen el dinero antes de que su proyecto siquiera exista realmente. Te venden sus tokens a un precio supuestamente "preferencial" para que financies sus sueños... o sus yates.
He invertido en varias preventas y, maldita sea, algunas han sido auténticos desastres. Pero también he visto cómo amigos multiplicaron por 50 su inversión inicial mientras yo bebía cerveza barata en casa.
Por qué me tiro de cabeza aunque sepa que es peligroso
La adrenalina de entrar temprano es adictiva:
Dónde encuentro estas bombas de relojería (o diamantes)
No esperes que los buenos proyectos te lleguen por correo. Hay que buscar como un loco:
No me la cueles: cómo filtro las estafas
Después de perder dinero en tres proyectos fantasma, aprendí estas lecciones a golpes:
¿Quién coño es el equipo? Si no muestran sus caras y LinkedIn, huyo. Los anónimos suelen desaparecer con tu dinero.
El whitepaper es sagrado. Si parece escrito por un niño de 12 años o copiado de otro proyecto, es porque probablemente lo sea.
Comunidad real o bots? Entro en sus grupos y pregunto cosas difíciles. Si solo responden con emojis de cohetes, malo.
Auditorías: lo que nadie lee pero todos deberían. Una auditoría independiente no garantiza nada, pero su ausencia es una bandera roja gigante.
¿Me prometen ser millonario? Pues huele a estafa. Las inversiones serias no necesitan exagerar tanto.
Cómo meto mi dinero (y rezo para no perderlo)
Si después de todo esto aún quiero apostar:
Preparo una wallet específica para estas locuras, separada de mis inversiones principales.
Compro ETH o BNB porque casi todas las preventas los usan.
Verifico tres veces la dirección del contrato. Una vez envié fondos a un clon y adiós euros.
Nunca invierto más de lo que puedo permitirme perder. En serio, he visto gente hipotecar su casa por tokens con nombres de perros.
Guardo mis claves como un paranoico. Ni capturas de pantalla ni en la nube.
Lo que nadie te dice sobre las preventas
La mayoría de tokens caen en picado tras el lanzamiento cuando los primeros inversores venden masivamente.
Los desarrolladores a veces se reservan enormes cantidades de tokens y te hunden el precio cuando los venden.
El marketing agresivo no significa que el proyecto tenga futuro real.
Muchos proyectos nunca llegan a ningún exchange decente y te quedas con tokens invendibles.
Las preventas son como el salvaje oeste cripto. Puedes encontrar oro o te pueden disparar. Yo he tenido suerte algunas veces, pero también me han robado otras tantas. Si te atreves a entrar, hazlo con los ojos bien abiertos y la cartera medio cerrada.
Y recuerda: cuando todo el mundo habla de un proyecto, probablemente ya sea tarde para entrar.