Muchos de nuestros problemas provienen de pensar demasiado en lo que piensan los demás. Por ejemplo: ¿están enojados el amigo A y el amigo B? Incluso si dicen "no pasa nada", a menudo no les creemos, y así no podemos parar de rumiar. El primer paso de la conciencia es ver claramente qué estábamos haciendo en ese momento, y luego darnos cuenta de qué es lo que nos preocupa ahora. Por ejemplo, si sentimos que una frase podría haber ofendido a alguien, nos preguntamos: ¿por qué pienso así? ¿Por qué siempre me preocupa ofender a los demás? Esta es una oportunidad para la exploración interna. A veces, al darnos cuenta de que realmente perdimos los estribos, podemos asumir la responsabilidad y disculparnos sinceramente. Pero no podemos estar seguros de si los demás aceptarán eso. Lo clave es ver claramente nuestro comportamiento y preocupaciones en el momento: ¿por qué siempre me preocupa que los demás no estén felices? ¿Por qué siempre pienso en quién no me quiere después de una reunión? Esto a menudo está relacionado con patrones de relación de años anteriores. Buscar constantemente la confirmación externa puede agotar nuestra energía y amplificar más problemas. La conciencia nos permite pasar de buscar afuera a la introspección, utilizando nuestra energía para entendernos a nosotros mismos, y así interactuar con el mundo de una manera más saludable.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Muchos de nuestros problemas provienen de pensar demasiado en lo que piensan los demás. Por ejemplo: ¿están enojados el amigo A y el amigo B? Incluso si dicen "no pasa nada", a menudo no les creemos, y así no podemos parar de rumiar. El primer paso de la conciencia es ver claramente qué estábamos haciendo en ese momento, y luego darnos cuenta de qué es lo que nos preocupa ahora. Por ejemplo, si sentimos que una frase podría haber ofendido a alguien, nos preguntamos: ¿por qué pienso así? ¿Por qué siempre me preocupa ofender a los demás? Esta es una oportunidad para la exploración interna. A veces, al darnos cuenta de que realmente perdimos los estribos, podemos asumir la responsabilidad y disculparnos sinceramente. Pero no podemos estar seguros de si los demás aceptarán eso. Lo clave es ver claramente nuestro comportamiento y preocupaciones en el momento: ¿por qué siempre me preocupa que los demás no estén felices? ¿Por qué siempre pienso en quién no me quiere después de una reunión? Esto a menudo está relacionado con patrones de relación de años anteriores. Buscar constantemente la confirmación externa puede agotar nuestra energía y amplificar más problemas. La conciencia nos permite pasar de buscar afuera a la introspección, utilizando nuestra energía para entendernos a nosotros mismos, y así interactuar con el mundo de una manera más saludable.