En un audaz desafío a la estructura de liderazgo de Ethereum, Péter Szilágyi, un exdesarrollador principal de la Fundación Ethereum (EF), ha reavivado la controversia al publicar una carta que envió a los ejecutivos de la EF en 2024. La carta, compartida públicamente el 21 de octubre de 2025, cuestiona la influencia desproporcionada del cofundador Vitalik Buterin sobre el ecosistema, argumentando que socava la gobernanza democrática y sofoca la innovación. Szilágyi, quien contribuyó a Geth (el cliente principal de Ethereum) durante más de ocho años antes de partir en 2023, afirma que el “poder de veto” de Buterin sobre decisiones clave crea una “dictadura benévola”, resonando críticas desde los primeros días de Ethereum.
La carta detalla las frustraciones de Szilágyi: A pesar del estatus sin fines de lucro de la EF y la financiación comunitaria, las preferencias de Buterin a menudo dictan prioridades como la hoja de ruta de Praga, marginando las voces disidentes. “Vitalik tiene poder de veto sobre todo”, escribió Szilágyi, exigiendo reformas estructurales para distribuir la autoridad. Destacó el fondo de $500 millones de la EF, financiado por los ingresos de ICO, como una herramienta para la visión de Buterin, no para un consenso colectivo.
Las reacciones de la comunidad están polarizadas. Los partidarios como Tim Beiko, líder de la capa de ejecución de EF, defienden el papel de Buterin como un visionario, atribuyéndole la capitalización de mercado de más de $400 mil millones de Ethereum. Los críticos, incluidos desarrolladores en X, aplauden la franqueza de Szilágyi, pidiendo una gobernanza similar a la de un DAO para prevenir riesgos de centralización en la era de más de $150 mil millones de TVL de DeFi. El debate coincide con la actualización Fusaka de Ethereum, amplificando los llamados a la transparencia.
Implicaciones más amplias se avecinan: la influencia de Ethereum en las Layer-2 y en los RWAs tokenizados podría debilitarse si las divisiones internas erosionan la confianza. En el panorama regulatorio de 2025 bajo la Ley GENIUS, esto expone vulnerabilidades en los proyectos liderados por fundadores, instando a un liderazgo diversificado para la resiliencia.
La controversia destaca la evolución de Ethereum de un protocolo idealista a una potencia financiera, donde la innovación lucha contra las dinámicas de poder. A medida que DeFi madura, la carta de Szilágyi puede catalizar reformas, asegurando que Ethereum siga siendo un faro de descentralización.
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Debate de la Fundación Ethereum: Un ex desarrollador desafía la influencia de Vitalik Buterin en 2025
En un audaz desafío a la estructura de liderazgo de Ethereum, Péter Szilágyi, un exdesarrollador principal de la Fundación Ethereum (EF), ha reavivado la controversia al publicar una carta que envió a los ejecutivos de la EF en 2024. La carta, compartida públicamente el 21 de octubre de 2025, cuestiona la influencia desproporcionada del cofundador Vitalik Buterin sobre el ecosistema, argumentando que socava la gobernanza democrática y sofoca la innovación. Szilágyi, quien contribuyó a Geth (el cliente principal de Ethereum) durante más de ocho años antes de partir en 2023, afirma que el “poder de veto” de Buterin sobre decisiones clave crea una “dictadura benévola”, resonando críticas desde los primeros días de Ethereum.
La carta detalla las frustraciones de Szilágyi: A pesar del estatus sin fines de lucro de la EF y la financiación comunitaria, las preferencias de Buterin a menudo dictan prioridades como la hoja de ruta de Praga, marginando las voces disidentes. “Vitalik tiene poder de veto sobre todo”, escribió Szilágyi, exigiendo reformas estructurales para distribuir la autoridad. Destacó el fondo de $500 millones de la EF, financiado por los ingresos de ICO, como una herramienta para la visión de Buterin, no para un consenso colectivo.
Las reacciones de la comunidad están polarizadas. Los partidarios como Tim Beiko, líder de la capa de ejecución de EF, defienden el papel de Buterin como un visionario, atribuyéndole la capitalización de mercado de más de $400 mil millones de Ethereum. Los críticos, incluidos desarrolladores en X, aplauden la franqueza de Szilágyi, pidiendo una gobernanza similar a la de un DAO para prevenir riesgos de centralización en la era de más de $150 mil millones de TVL de DeFi. El debate coincide con la actualización Fusaka de Ethereum, amplificando los llamados a la transparencia.
Implicaciones más amplias se avecinan: la influencia de Ethereum en las Layer-2 y en los RWAs tokenizados podría debilitarse si las divisiones internas erosionan la confianza. En el panorama regulatorio de 2025 bajo la Ley GENIUS, esto expone vulnerabilidades en los proyectos liderados por fundadores, instando a un liderazgo diversificado para la resiliencia.
La controversia destaca la evolución de Ethereum de un protocolo idealista a una potencia financiera, donde la innovación lucha contra las dinámicas de poder. A medida que DeFi madura, la carta de Szilágyi puede catalizar reformas, asegurando que Ethereum siga siendo un faro de descentralización.