Ethereum es una plataforma blockchain descentralizada que permite a los desarrolladores crear y lanzar contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas (dApps). Su criptomoneda nativa, Ether (ETH), es indispensable para la red. El ETH se utiliza tanto para abonar las comisiones de transacción (conocidas como comisiones de gas) como para recompensar a los validadores del sistema, garantizando de esta manera la seguridad y la estabilidad de la blockchain.
El ETH ocupa una posición central en el ecosistema de Ethereum. Permite la ejecución de contratos inteligentes y actúa como un activo esencial para las finanzas descentralizadas (DeFi), las transacciones de NFT y para una amplia gama de aplicaciones basadas en blockchain. Tanto en las transacciones diarias como en el despliegue de aplicaciones por parte de desarrolladores, el ETH resulta imprescindible y no tiene sustituto.
Al 5 de septiembre de 2025 (UTC), Ethereum tiene un precio aproximado de 4 327,91 USD y una capitalización total de mercado que supera los 520 000 millones USD. Únicamente superado por Bitcoin, el ETH sigue consolidado como la segunda criptomoneda más relevante a nivel mundial. Desde mayo de 2025, ha experimentado una subida superior a 200 %, estableciendo nuevos máximos históricos y evidenciando una fuerte confianza por parte de los inversores en su potencial a largo plazo.
Si bien el ETH muestra una notable volatilidad de precio, su papel estructural en la tecnología blockchain y en la innovación financiera le otorgan una influencia significativa en los mercados cripto. La adopción progresiva por parte tanto de inversores institucionales como de usuarios minoristas está impulsando la liquidez y la demanda sostenida de ETH en el mercado.
Con los avances constantes en la red de Ethereum —como la esperada actualización—, se prevé una mejora sustancial en la escalabilidad y la eficiencia de las transacciones, lo que podría reducir las comisiones de gas y aumentar la adopción y la demanda de ETH. Este escenario podría favorecer nuevos incrementos de su precio en el futuro.
De cara a los próximos años, el uso del ETH irá más allá del pago de comisiones y del funcionamiento de contratos inteligentes. Cada vez más productos financieros, protocolos DeFi y plataformas de NFT necesitarán ETH, reforzando su papel clave en el ecosistema blockchain.