Una stablecoin es una criptomoneda creada para mantener su valor estable, normalmente vinculada a activos reales como el dólar estadounidense o el oro. A diferencia de las fuertes fluctuaciones de precio en Bitcoin o Ethereum, las stablecoins buscan preservar un valor constante mediante respaldo de reservas o controles algorítmicos.
Las stablecoins facilitan los pagos internacionales y la liquidación rápida de operaciones, actuando como un “refugio seguro” dentro del ecosistema cripto. En países con inflación muy elevada, se han convertido en herramientas imprescindibles para conservar el patrimonio.
Los expertos advierten que la falta de regulación puede desencadenar retiradas masivas de fondos en stablecoins. En junio de 2025, Estados Unidos promulgó la GENIUS Act, que obliga a las stablecoins a mantener reservas 1:1, someterse a auditorías periódicas y ofrecer protección al usuario. El Banco de Pagos Internacionales (BIS) también ha señalado que las stablecoins pueden poner en riesgo la soberanía monetaria nacional y la estabilidad financiera.
Si aún te preguntas “¿Qué es una stablecoin?”, la respuesta es clara: se trata de activos cripto más estables que están pensados para facilitar pagos e inversiones, aunque no son completamente libres de riesgo. Su desarrollo a largo plazo dependerá en gran medida de la solidez de la regulación que se adopte en el futuro.