Por primera vez desde aquellos impredecibles días de 2017, las ICO vuelven a escena, aunque su funcionamiento nada tiene que ver con el caos de las guerras de gas del pasado. No es una vuelta nostálgica, sino la consolidación de un mercado estructurado, con nuevas vías, modelos de asignación más precisos y una regulación mucho más transparente.
En 2017, bastaba con tener un contrato de Ethereum y un whitepaper para recaudar millones en cuestión de minutos. No existían procesos de cumplimiento estandarizados, ni modelos de asignación organizados, mucho menos estructuras de liquidez tras la venta. La mayoría de los inversores entraban a ciegas y muchos vieron cómo sus tokens perdían valor inmediatamente después de salir a cotización. Los reguladores intervinieron y, en los años siguientes, las ICO se diluyeron, dando paso a rondas de capital riesgo, SAFT, IEO en exchanges y, más adelante, airdrops retroactivos.
Ahora, en 2025, el ciclo se ha invertido.
Pero la novedad no está en que los proyectos arranquen con valoraciones mínimas; de hecho, los FDV suelen ser incluso más elevados que antes. Lo que realmente ha cambiado es la manera de estructurar el acceso.
Los launchpads han dejado atrás la pura velocidad o las guerras de gas. Ahora filtran la participación mediante KYC, puntuaciones de reputación o impacto social, y reparten las asignaciones entre miles de participantes mediante microtickets, en lugar de grandes tramos para ballenas.
Por ejemplo, en @ buidlpad, comprometí 5 000 $ en @ FalconStable y solo recibí una asignación de 270 $, ya que la venta estuvo sobresuscrita. El mismo patrón se repitió con @ SaharaLabsAI, donde se aceptaron solo 600 $ de los 5 000 $ que aporté.
La sobresuscripción no provoca una caída de precios, sino que reduce la asignación individual, manteniendo FDVs altos y ampliando la base de participantes.
La regulación también ha avanzado. Normativas como MiCA en Europa permiten ahora la participación minorista conforme, y los launchpads han convertido KYC, geofencing y controles de elegibilidad en simples opciones de configuración.
En el ámbito de la liquidez, algunas plataformas van más allá: codifican la política postventa en smart contracts, financian LPs de forma automática o aplican bandas de compra por debajo/venta por encima para estabilizar el mercado inicial.
En 2025, las ICO suponen ya cerca de una quinta parte del volumen total de ventas de tokens, frente a la insignificancia de hace dos años.
Y este fenómeno no lo lidera una sola plataforma. Surge de una nueva generación de sistemas, cada uno resolviendo fricciones distintas:
Estas plataformas han transformado las ICO, de herramienta caótica de financiación, en una estructura de mercado intencionada, donde el acceso, el precio y la liquidez se diseñan con precisión.
Cada plataforma resuelve diferentes debilidades que marcaron la primera ola de ICO. En conjunto, ofrecen un entorno más estructurado, transparente y, probablemente, más interesante para invertir. Entremos en materia.
Echo, fundada por Cobie, se ha consolidado como una de las infraestructuras de lanzamiento clave en 2025 gracias a Sonar, su herramienta de venta pública autohospedada. A diferencia de los launchpads centralizados o los IEO de exchange, Echo es infraestructura, no mercado. Los equipos eligen el formato (precio fijo, subasta o modelos de vault/crédito), configuran las reglas de KYC/acreditación/geofencing con Echo Passport y distribuyen sus propios enlaces de venta, lanzando en múltiples cadenas como Solana, Base, Hyperliquid y Cardano.
La plataforma ha crecido a gran velocidad:
El gran hito de Echo fue @ Plasma, que vendió el 10 % de su suministro a 0,05 $ en julio mediante un vault ponderado por tiempo, recibiendo más de 50 M$ en compromisos. Plasma logró un ROI máximo de 33,78× y fue una de las ICO más rentables del año. $LAB siguió con un ROI de 6,22× en su debut.
Así están las últimas ventas en Echo:
Estos resultados ilustran tanto el potencial como la volatilidad. Plasma y LAB lograron multiplicadores muy altos, mientras que proyectos como Superform o Perpl aún no cotizan ni publican métricas. Echo no impone marcos de liquidez postventa: la financiación de LP, mandatos de creadores de mercado y calendarios de desbloqueo dependen del emisor, no de la plataforma.
Conclusión para el inversor: la flexibilidad de Echo la convierte en la infraestructura con mayor ROI del ciclo, pero exige análisis riguroso. Comprueba siempre:
Si Echo representa la flexibilidad bajo control del fundador, Legion es su opuesto: un embudo público estructurado y filtrado por reputación.
En septiembre, Kraken Launch arrancó, impulsada en exclusiva por la infraestructura de Legion. Ahora, las ventas de tokens tienen lugar directamente en cuentas Kraken, bajo cumplimiento MiCA, y la puntuación de reputación decide quién tiene prioridad.
La plataforma ha crecido de manera exponencial:
El núcleo de Legion es el Legion Score, una métrica de reputación de 0 a 1 000, calculada con actividad en cadena, contribuciones técnicas (por ejemplo, en GitHub), presencia social y recomendaciones.
Los proyectos pueden reservar entre el 20 % y el 40 % de los tokens para los usuarios con mejor puntuación antes de abrir el resto a la fase FCFS o a sorteos. Esto invierte el modelo tradicional de asignación: en vez de premiar a los bots más rápidos, recompensa a constructores, colaboradores y miembros activos de la comunidad.
Así están las ventas recientes en Legion:
La integración con Kraken añade otro nivel: KYC/AML tipo exchange y liquidez desde el primer día. Es como un “IPO” con mecanismos de asignación comunitaria integrados. Ejemplos como YieldBasis y Bitcoin Hyper tuvieron sobresuscripción fuerte en las fases de mérito, y los usuarios con baja puntuación se canalizaron a rondas públicas limitadas.
No todo es perfecto. Algunos usuarios han criticado que el sistema de puntuación sobrepondera la influencia en redes sociales y que grandes cuentas en X superan a los constructores reales. La transparencia sobre los pesos no siempre es clara. Pero comparado con la locura de los sorteos del pasado, es un avance notable.
Conclusión para el inversor: tu Legion Score cuenta. Si quieres asignación en ventas top, trabaja tu perfil en cadena y colaborativo cuanto antes. Y revisa la fórmula mérito/público en cada drop, porque cada proyecto la ajusta a su manera.
MetaDAO hace lo que ninguna otra infraestructura ICO ha probado: codificar la política de mercado postventa en el propio protocolo.
¿Cómo funciona? Si la venta de MetaDAO triunfa, todo el USDC recaudado va a una tesorería gestionada por el mercado. La autoridad de emisión pasa a esa tesorería. El 20 % del USDC y 5 millones de tokens se destinan a LPs en DEX de Solana. La tesorería está programada para comprar tokens por debajo del precio ICO y vender por encima, creando una banda flexible desde el primer día.
Parece simple, pero transforma radicalmente la dinámica inicial del mercado. En una ICO convencional, los precios secundarios pueden hundirse si hay poca liquidez o si los insiders venden en masa. Con la banda de MetaDAO, el precio tiende a moverse en un rango definido, con caídas menos bruscas y subidas limitadas. Es un mecanismo, no una promesa: si no hay demanda, la tesorería se agota, pero condiciona el comportamiento en los primeros días críticos.
El caso más destacado es Umbra, protocolo de privacidad en Solana. Su venta atrajo a más de 10 000 participantes y, según datos públicos, superó los 150 M$ en compromisos, con los tickets más altos visibles en la propia página de la venta. Ver esa distribución en directo anticipa un modelo ICO más estructurado: transparente, en cadena y gobernado por políticas.
Conclusión para el inversor: en las ventas MetaDAO, apunta el precio ICO y estudia la banda. Si compras justo por encima, la tesorería será tu contraparte en la subida. Si compras justo por debajo, quizá te compre la tesorería en el lado comprador. MetaDAO premia entender el mecanismo, no perseguir modas.
Buidlpad apuesta por lo sencillo y eficaz: ofrecer a los minoristas que superan el KYC una vía transparente para participar en rondas comunitarias. Fundada en 2024, se organiza en dos fases: primero, los usuarios completan el registro y la suscripción KYC; después, en la ventana de contribución, aportan capital. Si la venta está sobresuscrita, el exceso se devuelve. Algunas ventas aplican FDV escalonados para canalizar la demanda: FDV más bajos en los primeros tramos y más altos en los siguientes.
El momento clave de Buidlpad fue en septiembre con Falcon Finance ($FF): venta con objetivo de 4 M$ que recibió compromisos por 112,8 M$, una sobresuscripción de 28×. El KYC fue del 16 al 19 de septiembre, las contribuciones del 22 al 23, y los reembolsos se liquidaron el 26. Todo el proceso fue fluido, transparente y dirigido al minorista.
La fortaleza de Buidlpad es la simplicidad. No recurre a sistemas de puntuación sofisticados ni tesorerías programadas. Proporciona acceso ordenado a comunidades que superan el filtro de cumplimiento. Eso sí, la liquidez depende del emisor y las recaudaciones multi-chain pueden fragmentar el volumen tras la venta.
Conclusión para el inversor: no pierdas las fechas clave. Las ventanas de KYC/suscripción son barreras absolutas: si te quedas fuera, pierdes la asignación. Y revisa la estructura de tramos: los primeros suelen ofrecer puntos FDV mucho más favorables.
Al analizar el conjunto, surgen varios patrones:
Y, pese a todo, persisten riesgos: los sistemas de puntuación pueden manipularse, las tesorerías gestionarse mal, las ballenas seguir dominando con múltiples wallets y la regulación ir por detrás de la publicidad. Ningún mecanismo es infalible; simplemente redefine el escenario.
Para navegar con inteligencia esta nueva ola ICO, estructura tu estrategia:
La recuperación de las ICO en 2025 no busca nostalgia, sino nuevas infraestructuras, reglas renovadas y un mercado más disciplinado. Plataformas como Echo, Legion, MetaDAO y Buidlpad resuelven distintos aspectos del modelo fallido de 2017. Unas priorizan el cumplimiento, otras la asignación y otras la política de liquidez. Juntas, han transformado las ventas públicas de tokens: ya no son estampidas especulativas, sino procesos de formación de capital más estructurados.
Para los inversores, la clave ya no es solo llegar pronto, sino entender los mecanismos. Porque en 2025, las ICO no desaparecen: maduran.