Poco antes del periodo de veda informativa previo a la reunión de la Reserva Federal, el presidente Jerome Powell ofreció sus últimas declaraciones públicas del mes ante la Asociación Nacional de Economía Empresarial (NABE). Indicó que el mercado laboral estadounidense se está enfriando de forma clara. Las expectativas de inflación apenas muestran avances. Aunque la actualización de algunos datos económicos se vio limitada por el cierre del gobierno, Powell señaló que la opción de reducir los tipos de interés sigue sobre la mesa.
Powell subrayó que el entorno económico actual no permite “ninguna política exenta de riesgo”. Reducir los tipos de interés antes de tiempo podría reavivar la inflación, pero hacerlo demasiado tarde aumentaría el impacto negativo de la debilidad laboral. Sus palabras llevaron a los mercados a anticipar que la Fed podría adoptar una posición más flexible en las próximas reuniones de política monetaria.
Powell remarcó en varias ocasiones que la contratación en Estados Unidos se está ralentizando. Las vacantes de empleo disminuyen y tanto la oferta como la demanda laboral se debilitan. Apuntó que, aunque el desempleo sigue siendo bajo, esta estabilidad no refleja un crecimiento vigoroso, sino que podría estar mostrando una pérdida de dinamismo en el empleo.
En un mercado laboral más débil, los riesgos a la baja para el empleo se incrementan, declaró Powell, explicando que este fue uno de los motivos por los que la Fed optó por reducir los tipos de interés en septiembre. Insistió en que el objetivo de la Fed es equilibrar su doble mandato—máximo empleo y estabilidad de precios—pero la ponderación de los riesgos ha cambiado.
Al referirse a la inflación, Powell explicó que los recientes incrementos en los precios de los bienes tienen su origen principalmente en la política arancelaria, y no en una inflación generalizada. Reconoció que el efecto de los aranceles podría prolongarse de forma moderada y requiere seguimiento. Al respecto sobre la relación entre aranceles e inflación, añadió: “Consideramos los aranceles un posible factor de riesgo, aunque el mayor peligro reside en la debilidad del mercado laboral”.
Ante las preocupaciones del Congreso por la política de la Fed de pagar intereses sobre las reservas de los bancos comerciales en la Fed, Powell declaró con rotundidad que si la Fed dejara de pagar intereses sobre dichas reservas, perdería la capacidad de controlar los tipos de interés y provocaría una mayor inestabilidad en los mercados. Explicó que el sistema de reservas ha demostrado su eficacia durante años y es fundamental para la política monetaria. La eliminación agravaría la volatilidad en los mercados.
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La intervención de Powell revela una realidad fundamental: la Reserva Federal enfrenta un equilibrio delicado. La inflación sigue sin estar plenamente controlada. Los indicadores de empleo se debilitan y las condiciones de liquidez se endurecen. Cada decisión de política implica riesgos inherentes.