Las Finanzas Descentralizadas (DeFi) han atravesado profundas transformaciones estructurales a lo largo de distintos ciclos de mercado. Aunque los Exchanges Centralizados (CEX) han liderado sistemáticamente el volumen de negociación, los Exchanges Descentralizados (DEX) han ido ganando terreno frente a los CEX en cada ciclo, y hoy la distancia competitiva entre ambos es más estrecha que nunca.
La persistencia de la brecha en la cuota de mercado responde a una razón esencial: la descentralización, por su propia naturaleza, impone limitaciones fundamentales de infraestructura. Como nueva infraestructura financiera, las blockchains han estado rezagadas respecto a los CEX en velocidad, liquidez y experiencia de usuario durante la mayor parte de la última década.
Sin embargo, los DEX han acortado esta distancia de forma notable en cada ciclo. Para 2025, surge una cuestión relevante: ¿acabarán los Exchanges Descentralizados (DEX) sustituyendo por completo a los Exchanges Centralizados (CEX)?
Los estudios realizados en varios ciclos de mercado evidencian una maduración sostenida de la infraestructura DEX, con cada etapa creando los cimientos del panorama actual.
Los primeros DEX (por ejemplo, EtherDelta) operaban directamente en Ethereum Layer 1, tardando varios minutos en liquidar operaciones, con interfaces muy básicas y liquidez extremadamente limitada. Mientras tanto, Binance avanzaba al ritmo de una aplicación Web2: rápido, líquido y sencillo de usar, atrayendo rápidamente a minoristas e instituciones.
Esta fase inicial confirmó una idea clave: la descentralización es técnicamente viable, pero el rendimiento y la usabilidad siguen siendo los principales obstáculos para una adopción masiva.
El lanzamiento de Uniswap y el modelo Automated Market Maker (AMM) supusieron una revolución. Se eliminó la necesidad de libros de órdenes y cualquier usuario pudo aportar liquidez sin permisos, marcando la primera innovación arquitectónica relevante en los DEX. No obstante, los AMM servían principalmente a “long-tail tokens” (activos de nicho y baja actividad), sin poder soportar activos principales con grandes volúmenes.
Según la red Ethereum se congestiona, las comisiones de gas saltan de menos de 20 gwei a más de 400 gwei, disparando los costes de transacción; las interfaces de trading sufren alta latencia y los traders profesionales permanecen fieles a CEX como Bybit y Binance.
Para mejorar la liquidez, Uniswap V3 introdujo en 2021 los “concentrated liquidity pools”, permitiendo a los proveedores de liquidez (LP) asignar fondos en rangos de precio personalizados. Aunque el problema del “impermanent loss” (IL) seguía sin resolverse (lo que desincentivaba la liquidez en tokens pequeños), fue un salto clave: los DEX pasaron de ser “protocolos experimentales” a “plataformas viables para ciertos segmentos y traders”.
En noviembre de 2022, la caída de FTX sacudió el sector: miles de millones desaparecieron de los fondos de usuarios en pocas horas y la confianza en los custodios centralizados se desplomó. Durante semanas, “Not your keys, not your coins” dominó Twitter cripto (ahora X) y los traders migraron hacia soluciones de autocustodia.
Como resultado, los volúmenes negociados en DEX como Uniswap y dYdX se dispararon: Uniswap superó los $5 mil millones, dYdX multiplicó por cuatro su actividad y muchos usuarios pasaron de CEX a DEX. Sin embargo, persistían carencias clave: mala experiencia en carteras, liquidez fragmentada entre cadenas y ausencia de rampas fiat. Al cesar la alarma, los usuarios volvieron en gran parte a los CEX.
En respuesta, el ecosistema DeFi innovó: se implementó el enrutamiento cross-chain en Uniswap y se mejoró la experiencia de usuario en carteras mediante Rabby Wallet y Phantom.
Aun así, los DEX no llegaban a igualar la baja latencia de los CEX. Cada ciclo aportó avances incrementales, pero la brecha en rendimiento persistía: las blockchains no permitían trading profesional y la “arquitectura de libro de órdenes” con latencia ultra baja chocaba con el diseño AMM.
En 2025, el mercado ha cambiado profundamente: la infraestructura blockchain ya permite una competencia real entre DEX y CEX. Blockchains de alto rendimiento, libros de órdenes centralizados (CLOB) on-chain, integración directa con fiat y latencias casi equivalentes a CEX forman parte de los protocolos en cadena. DEX perpetuos como Hyperliquid, Paradex y Lighter ofrecen experiencias trading en cadena comparables a CEX en funcionalidad.
La agregación de liquidez, confirmaciones de bloque más rápidas y sistemas de margen unificados permiten a los traders ejecutar estrategias desde spot a derivados directamente en la blockchain, eliminando muchas barreras previas.
Pese a que no existe una paridad total de funciones, los DEX han dejado de ser “alternativas” y compiten directamente con los CEX.
Figura 1. Tendencias de cuota de mercado DEX vs. CEX
Los datos son contundentes: los CEX siguen liderando en liquidez global, pero los DEX recortan distancias de ciclo en ciclo y trimestre a trimestre. Tanto en spot como en derivados, todos los sectores muestran un claro traslado del trading hacia la blockchain.
Figura 2. Cuota de mercado DEX—Spot y contratos perpetuos
Figura 3. Volumen spot negociado en DEX, por trimestre
Figura 4. Volumen negociado en DEX perpetuos, por trimestre
Figura 5. Volumen spot negociado en CEX, mensual
La adopción de DeFi avanza sin pausa, aunque el crecimiento varía según regiones y perfiles. Las características de mercado, los tipos de usuario y el comportamiento institucional perfilan el desarrollo global de DeFi. Estos patrones revelan focos de actividad, diferencias entre usuarios profesionales y minoristas, e indicios para el crecimiento futuro:
En suma, los DEX están reduciendo con rapidez la brecha respecto a los CEX, pero es la evolución de su arquitectura de trading lo que los acerca de verdad al rendimiento CEX. El próximo salto dependerá del modelo “order book on-chain (CLOB)”—combinando lo mejor de la descentralización y la eficiencia de CEX y TradFi.
Los AMM protagonizaron la primera ola DeFi, posibilitando trading sin permisos, pero quedándose cortos en eficiencia, descubrimiento de precios y uso de capital. La nueva generación de “DEX on-chain con Central Limit Order Book (CLOB)” marca un salto estructural.
Hyperliquid, por ejemplo, demuestra que “rendimiento de nivel CEX y transparencia en cadena” pueden ir de la mano. Al devolver los libros de órdenes a sistemas descentralizados, responde a las necesidades vitales de los traders en CEX: latencia, precisión de ejecución y eficiencia de capital, sobre todo en órdenes limitadas y derivados.
Figura 6. CEX vs. AMM DEX vs. DEX con libro de órdenes: comparación de funciones
Los DEX basados en CLOB representan la “convergencia” entre CEX y DEX: combinan rendimiento y liquidez profunda de nivel CEX con autocustodia, transparencia y ejecución on-chain DEX.
Figura 7. Intersección CEX y DEX
La alineación ideológica puede atraer a algunos traders hacia plataformas descentralizadas, pero el auténtico motor migratorio es práctico: los DEX han mejorado en seguridad, eficiencia y comodidad. Los CEX dominaron por su mejor UX y liquidez más profunda.
Hoy, los DEX cumplen: en 2025, ofrecen “paridad de funciones casi total con CEX” y han desarrollado ventajas propias. Los DEX actuales destacan por tres grandes fortalezas: descentralización con UX de nivel CEX, comisiones ultra bajas (incluso nulas), seguridad robusta y acceso justo al mercado.
Los DEX aportan dos ventajas principales:
Históricamente, la infraestructura DEX era deficiente—interfaces poco intuitivas, liquidez fragmentada (alto slippage), liquidaciones lentas y comisiones elevadas. Los traders asumían el riesgo CEX por la velocidad y usabilidad. dYdX empezó a solucionarlo; Hyperliquid llevó la experiencia DEX al siguiente nivel.
En 2025, DEX CLOB como Lighter, Paradex y Bullet igualan o superan la velocidad y eficiencia de los CEX en ciertos escenarios, manteniendo las ventajas de la descentralización.
Las mejoras actuales de los DEX incluyen:
Por ejemplo, Hyperliquid alcanzó $655,5 mil millones de volumen en Q2 2025—los DEX logran esta escala porque ofrecen UX y usabilidad de nivel CEX sin perder autocustodia ni transparencia.
La diferencia clave entre DEX y CEX es el modelo de comisiones. Los CEX dependen de “maker/taker fees, rebates y marketing de afiliados”; los DEX están redefiniendo esta estructura.
En perpetuos: Binance cobra 0,020% a makers y 0,040% a takers; DEX emergentes como Paradex y Lighter han eliminado estas comisiones. Adoptan el modelo Robinhood: sin comisiones directas, los ingresos vienen de “market makers que pagan por flujo de órdenes y prioridad de ejecución”.
Paradex ha implantado “Retail Price Improvement (RPI)” y “Payment for Order Flow (PFOF)”, mejorando la ejecución y asegurando la sostenibilidad del protocolo. Esto replica la revolución Robinhood en la operativa minorista, pero completamente on-chain y más transparente.
El modelo DEX sin comisiones tiene un impacto profundo:
Las comisiones en trading de volumen alto se acumulan: para usuarios activos, pequeñas diferencias se convierten en grandes costes con el tiempo (especialmente en perpetuos). El auge de DEX sin comisiones o comisiones ultra bajas podría obligar a los CEX a revisar sus tarifas—tal como hizo Robinhood en brokerage. A largo plazo, la “compresión de comisiones” traslada la competencia a “profundidad de liquidez, ejecución y servicios financieros integrados”.
Además, los principales CEX están invirtiendo en infraestructura descentralizada—lo que podría afectar su dominio. Por ejemplo, el cofundador de Binance, CZ, asesora al DEX Aster en BNB Chain y ha anunciado que Binance intensifica la inversión en “negocio no custodial y on-chain”.
Otros CEX líderes como Bybit también avanzan: integran trading on-chain o invierten directamente en infra DEX. Para estas firmas, es “cobertura de riesgo” y una apuesta por que el próximo crecimiento será “on-chain, interoperabilidad y comunidad”.
Los DEX ofrecen ventajas “trustless” y “resistentes al riesgo”: el usuario controla siempre sus activos, los fondos no pueden ser incautados y las reglas del protocolo no se modifican; el registro de auditoría permanece en cadena, y aunque el equipo desaparezca, el mercado sigue—sin riesgo de “cambios arbitrarios” o “trato discriminatorio”.
Además, los DEX ofrecen “acceso global sin permisos”: trading 24/7, sin KYC, sin aprobaciones de listado ni límites geográficos; cualquier token puede listarse al instante, gratis, sin revisión centralizada. Los DEX se integran nativamente con otros protocolos DeFi y smart contracts, formando un “ecosistema altamente componible”.
Los mecanismos de mercado DEX son transparentes: código abierto, liquidez verificable y libros de órdenes on-chain minimizan la “manipulación selectiva”; su arquitectura reduce errores en mercados volátiles, garantizando funcionamiento cuando la estabilidad es clave.
El 9 y 10 de octubre de 2025 (hora local del autor), el mercado cripto vivió la “mayor liquidación de la historia”: tras el anuncio de Trump de “aranceles del 100% a las importaciones chinas”, se liquidaron más de $19 mil millones en posiciones apalancadas, afectando a 1,6 millones de traders. Durante el evento, CEX como Binance sufrieron inestabilidad, mientras protocolos descentralizados como Aave protegieron $4,5 mil millones con “oráculos resistentes”, y Hyperliquid siguió operativo y transparente.
Este episodio acentuó la brecha de “confianza y estabilidad”: la credibilidad CEX cayó, mientras las plataformas on-chain mantuvieron continuidad. Se demostró la “ventaja de liquidación transparente ante shocks” y aceleró el traslado hacia trading DEX.
Estas cualidades refuerzan las “ventajas estructurales” DEX, complementando el rendimiento y el ahorro de costes de las mejoras CLOB y AMM, y elevando la competitividad DEX.
Los CEX siguen siendo esenciales para “rampas fiat, cumplimiento, seguros y onboarding institucional”; los DEX destacan en escenarios de “descentralización pura”—transparencia on-chain, autocustodia, innovación en productos, privacidad y más.
Cada vez más traders—sobre todo institucionales y experimentados—operan “entre ecosistemas”: usan liquidez CEX para rampas fiat/cripto y DEX para trading, estrategias DeFi y autocustodia. Este “modelo dual” se está asentando rápido como norma. Si la tecnología y la adopción DEX siguen el ritmo, los DEX podrían liderar el mercado.
La tecnología ya ha reforzado los DEX; nuevos avances en “profundidad de liquidez, eficiencia de capital, integración fiat y claridad regulatoria” acelerarán la adopción y cerrarán la brecha con los CEX. Los catalizadores clave son:
Los datos muestran una clara expansión de la cuota DEX: en Q4 2024, los DEX tenían el 10,5% del spot y el 4,9% de los perpetuos; en Q3 2025, alcanzan el 19% y el 13,3%, respectivamente—con tasas de crecimiento trimestral entre el 25% y el 40% según segmento. Las tendencias actuales indican:
Aun en escenarios conservadores, los DEX están en camino de superar el umbral del 50% en dos años, completando la transición de “alternativa de nicho” a “plataforma dominante”.
Los gobiernos se involucran cada vez más en el desarrollo de marcos DeFi: Singapur y Japón han lanzado sandboxes DeFi, y agencias como la SEC y MiCA podrían seguir. Esto favorecerá la “legalización de plataformas no custodiales”, permitiendo a particulares e instituciones participar en DEX sin trabas legales.
Eventos inesperados como el 9 y 10 de octubre han demostrado: en “liquidaciones transparentes”, las ventajas estructurales de los DEX superan ampliamente a los CEX—mientras los CEX sufrieron caídas, DEX como Hyperliquid siguieron operativos. Esto demuestra la superioridad DEX no solo en “ideología”, sino en “fiabilidad real”.
De cara al futuro, los dark pools on-chain y nuevas capas de liquidez componible atraerán traders avanzados e instituciones; los DEX CLOB se acercan a la eficiencia de ejecución de los CEX, y las funciones de privacidad ofrecerán una “propuesta de valor sin precedentes”.
La tendencia competitiva es clara: 2025 es el “punto de inflexión” DEX—tras pasar de “alternativa experimental” a “competidor creíble”, los DEX están listos para alcanzar la mayoría de cuota de mercado en los próximos 2–3 años.