Por Griša Černe. Publicado también en @lemniscap/flying-tulip-bootstrapping-a-full-stack-exchange-rethinking-fundraising">Paragraph.
Nos complace anunciar nuestra participación en la ronda de inversión inicial de Flying Tulip, valorada en 200 millones de dólares. Flying Tulip es una nueva iniciativa impulsada por Andre Cronje y su equipo. Se trata de un proyecto ambicioso que pretende construir, desde cero, un exchange full-stack que abarque trading spot, perpetuos, opciones, préstamos y rendimiento estructurado. Aunque el alcance es extenso, en este artículo nos centramos en el modelo de financiación, donde Flying Tulip está marcando un precedente.
Competir directamente con los grandes de DeFi es una tarea exigente. Ellos cuentan con mayor capitalización, ingresos recurrentes sólidos y equipos numerosos que superan en recursos a las startups emergentes. Disfrutan de efectos de red asentados, integraciones profundas y una base de usuarios fiel. Además, el componente “político” es relevante: la influencia sobre estándares y alianzas puede pesar tanto como la calidad de los productos.
Así que, aunque una startup pequeña logre una innovación genuina, llevarla al mercado con éxito es una batalla completamente distinta. El reto va más allá de lo técnico: es también financiero y social. Flying Tulip afronta este desafío replanteando la formación de capital en cripto. En lugar de depender de liquidez oportunista o sistemas de token que pierden fuerza tras la recaudación inicial, busca crear un modelo de financiación que sostenga la operativa el tiempo suficiente para que el producto sea autosuficiente.
Hasta ahora, los tokens cripto han triunfado como herramienta de crowdfunding: se venden tokens, se recauda capital y se impulsa el proyecto. Pero, tras esa fase inicial, muchos tokens pierden relevancia y tienden a valer cero mientras los equipos intentan crear demanda sostenida.
El uso funcional de los tokens sigue siendo un campo de prueba activo, pero en la práctica, en muchos casos, el token ha funcionado sobre todo como mecanismo de recaudación, un papel lógico en la etapa inicial antes de que el proyecto se convierta en una empresa autosostenible.
Flying Tulip asume este hecho y desarrolla un modelo en torno a ello.
La idea principal es sencilla: recaudar una gran reserva de capital mediante una venta de tokens, invertir esos fondos en estrategias DeFi de bajo riesgo y utilizar el rendimiento generado para financiar la operativa hasta que el producto empiece a generar ingresos propios.
Los inversores reciben tokens Flying Tulip (FT) respaldados por una opción de venta perpetua. Mientras conserven los tokens, pueden devolverlos en cualquier momento y recuperar su inversión inicial. La opción no expira. Racionalmente, los inversores solo ejercerían la opción si el token cotiza por debajo de su precio de compra, momento en el que sus tokens se queman.
En la práctica, los inversores asumen el coste de oportunidad de un rendimiento de aproximadamente 4 % que podrían obtener directamente invirtiendo en DeFi. A cambio, obtienen exposición al potencial de FT y una estructura que limita el riesgo a la baja.
Flying Tulip se plantea recaudar 1 000 millones de dólares. No existe periodo de bloqueo y el 100 % del suministro se distribuye entre los inversores desde el inicio. Con un rendimiento del tesoro de cerca del 4 %, eso supone unos 40 millones de dólares al año para financiar la operativa y el lanzamiento del producto hasta que los ingresos por comisiones asuman el relevo.
Los ingresos obtenidos del rendimiento del tesoro se repartirán entre gastos operativos y recompras de tokens FT. Con el tiempo, las comisiones del producto principal añadirán una nueva fuente de demanda de recompra.
Además, si un inversor vende sus tokens FT en el mercado secundario, pierde su opción de venta. El capital original pasa a la entidad gestora, que puede emplearlo para recomprar y quemar tokens. Es decir, vender no solo elimina la protección del inversor, sino que refuerza la mecánica deflacionaria del token.
En conjunto, estas dinámicas convierten a FT en un activo deflacionario desde el primer día, con varias fuentes de demanda y reducción de suministro que se alimentan mutuamente.
Como todo el suministro de FT está en manos de inversores desde el principio, las dinámicas de mercado iniciales serán previsiblemente volátiles. Una oferta circulante limitada, combinada con iniciativas de recompra constantes, crea un entorno propicio para una fuerte reflexividad.
Frente a las rondas de financiación tradicionales, donde el suministro se reparte entre equipo e inversores, Flying Tulip arranca con el 100 % asignado a inversores. Con el tiempo, el suministro pasa gradualmente a la entidad gestora y finalmente se quema. En teoría, el token podría cumplir su función y acabar desapareciendo.
Flying Tulip no es una apuesta exenta de riesgo; es una apuesta original. El éxito del modelo depende de la capacidad del equipo para gestionar el tesoro, mantener rendimientos y lanzar un producto competitivo. El coste está en la ineficiencia de capital: los inversores renuncian al rendimiento que podrían obtener directamente, algo que solo tiene sentido si el proyecto prospera.
Para que esta fórmula funcione, los siguientes factores son fundamentales:
Flying Tulip, desde nuestro punto de vista, reúne de forma excepcional ambos factores.
Andre es uno de los desarrolladores más destacados del sector cripto, influyente y también polémico. Su historial de innovación habla por sí solo, y Flying Tulip sigue esa línea: un mecanismo singular que reinventa la financiación por tokens desde la base, lanzando un producto dirigido directamente a los grandes del sector.
Apoyamos al equipo de Flying Tulip porque representa una apuesta real por replantear la formación de capital basada en tokens, un mecanismo esencial para el ecosistema cripto. Si funciona, podría acelerar el desarrollo de proyectos ambiciosos y hacer que el sector sea más competitivo, beneficiando al usuario final.
Se trata de un experimento, lleno de incógnitas. Pero son justamente estos experimentos los que hacen avanzar el sector cripto.
Para más información, visita: https://flyingtulip.com/
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