Ir largo se refiere a comprar un activo con la expectativa de que su precio aumentará, lo que permitirá vender a un precio más alto en el futuro para obtener una ganancia. Es un comportamiento de inversión tradicional en los mercados financieros.
Comparado con la expectativa de un aumento de precio al ir largo, la venta en corto implica pedir prestado y vender un activo, anticipando que el precio caerá para que pueda ser recomprado a un precio más bajo y obtener ganancias de la diferencia. Ambos representan direcciones de trading opuestas.
Las razones por las que se prefieren las estrategias de ir Largo incluyen la confianza en el crecimiento a largo plazo del mercado, la idoneidad para las tendencias del mercado alcista y el riesgo psicológico percibido relativamente bajo, ya que los precios de los activos teóricamente tienen un potencial ilimitado de aumento.
La volatilidad del mercado, el uso inadecuado del apalancamiento y el comercio emocional son los principales riesgos de ir largo. Los inversores deben ser cautelosos con la toma de ganancias y gestionar sus posiciones para evitar pérdidas significativas.
Ir largo es una herramienta importante para que los inversores participen en el mercado. Solo combinando la gestión de riesgos y el juicio racional se pueden lograr beneficios en medio de la volatilidad.
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