Ethereum, la segunda criptomoneda más relevante por capitalización de mercado, ha registrado transformaciones notables en la dinámica de su red durante el último año. En este artículo se examina la drástica bajada de las comisiones de gas, el inesperado descenso en el precio de Ether y las dificultades asociadas a las recientes actualizaciones de la red.
Una actualización clave implementada el 13 de marzo de 2024 ha marcado un antes y un después en los costes de transacción de Ethereum. Esta actualización, que ha integrado mejoras tanto en la capa de ejecución como en la de consenso, ha introducido nueve Ethereum Improvement Proposals. Su objetivo principal ha sido mejorar la escalabilidad y reducir las comisiones, especialmente en las redes de capa 2.
De acuerdo con los datos más recientes, la comisión media de gas en Ethereum se ha desplomado de 72 gwei en 2024 a tan solo 2,7 gwei el 18 de noviembre de 2025, lo que supone una reducción extraordinaria del 95 %. Los datos de los exploradores de blockchain confirman esta evolución: actualmente, un swap medio cuesta 0,39 $, y una venta de NFT ronda los 0,65 $. Estas cifras reflejan una caída muy significativa frente a los costes del año anterior, que fueron de 86 $ y 145 $ para las mismas operaciones, respectivamente.
Pese a la notable bajada en los costes de transacción, la criptomoneda nativa de Ethereum, Ether (ETH), ha experimentado una caída sustancial en su cotización. Desde la principal actualización, ETH ha perdido un 53 % de su valor. En marzo de 2024, ETH superaba los 4 070 $, pero el 18 de noviembre de 2025 su precio ha caído hasta cerca de 1 891 $, según los datos del mercado de criptomonedas.
Este descenso ha impactado de forma considerable en el ecosistema de Ethereum. Expertos del sector señalan que la reciente caída ha eliminado todas las ganancias de valor total bloqueado en DeFi desde un relevante episodio político. Además, Ethereum se enfrenta a una competencia creciente por parte de otras blockchains, algunas de las cuales han incrementado su actividad, especialmente en el ámbito de los meme coins.
Las recientes actualizaciones de Ethereum han encontrado diversos obstáculos durante la fase de pruebas. Una de ellas se desplegó inicialmente en una testnet, pero los desarrolladores detectaron rápidamente errores, como bloques minados sin transacciones. Aunque los desarrolladores de Ethereum confirmaron que habían aplicado una solución, el mismo error fue provocado de nuevo por un usuario desconocido, causando más interrupciones.
Aunque el equipo de desarrollo logró estabilizar la testnet y restablecer el funcionamiento normal de las transacciones, estos problemas han retrasado el lanzamiento en mainnet de la actualización. Este retraso ha generado dudas sobre la capacidad de Ethereum para incorporar mejoras fundamentales con la agilidad necesaria.
La reducción de las comisiones de gas, la bajada del precio de Ether y los desafíos de las actualizaciones han reabierto el debate sobre la posición a largo plazo de Ethereum en el mercado cripto. Aunque las últimas mejoras pretenden aumentar la disponibilidad de datos para redes de capa 2, reducir costes y optimizar la ejecución, algunos expertos consideran que estas iniciativas no bastan para resolver los problemas estructurales de la red.
Algunos analistas sugieren que Ethereum está perdiendo su estatus como blockchain de referencia para desarrolladores. Este cambio podría tener un impacto significativo en el crecimiento y la adopción futura de la red, ya que la actividad de los desarrolladores suele ser un indicador clave de la salud y el potencial de una blockchain.
El último año ha supuesto una etapa de grandes transformaciones para Ethereum. La reducción del 95 % en las comisiones de gas representa una mejora sustancial para los usuarios y podría favorecer la adopción de la red. Sin embargo, la caída del 53 % en el precio de Ether y los retos técnicos en la implantación de actualizaciones plantean interrogantes sobre el futuro de Ethereum.
En un entorno de criptomonedas en constante evolución, Ethereum debe afrontar el reto de mantener su liderazgo como plataforma blockchain. Aunque la red sigue desarrollándose e implementando mejoras, su capacidad para competir con nuevas alternativas y responder a los desafíos pendientes será determinante para su éxito a largo plazo en el cambiante universo de las tecnologías descentralizadas.
El gas de ETH es la comisión que se paga por procesar transacciones y ejecutar smart contracts en la blockchain de Ethereum. Se mide en gwei y sirve para incentivar a los validadores de la red. El precio del gas fluctúa en función de la demanda en la red.
El gas de ETH se sitúa en niveles bajos por la menor actividad en la red, el aumento de uso de Layer-2, la implementación de EIP-1559, la subida del límite de gas y la migración de datos de rollups hacia formatos más eficientes.
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