Hay algo extraño sucediendo en los mayores tratos de la IA en este momento. El dinero sigue fluyendo en círculos: la Empresa A invierte en la Empresa B, que compra servicios a la Empresa A. Enjuaga, repite.

No es exactamente fraude, pero tampoco es completamente transparente. Estas transacciones circulares inflan las cifras de ingresos mientras ocultan quién está generando realmente la demanda. Cuando la música se detiene, alguien se queda con las manos vacías.

Piénsalo: si tu cliente más grande también es tu inversor, ¿está comprando porque tu producto funciona o porque están financieramente ligados a tu éxito? La estructura de incentivos se vuelve muy confusa muy rápido.

Hemos visto este patrón antes en otras burbujas tecnológicas. La pregunta no es si se desmoronará, sino cuándo y quién se verá atrapado en el radio de explosión. Mientras tanto, la verdadera innovación podría estar siendo desplazada por ingeniería financiera disfrazada de crecimiento.