En los últimos treinta años, Internet ha sido esencialmente un juego de poder sobre "quién tiene la última palabra".

**Acto 1: Era Web1 - Eres el espectador**
Retrocedamos al año 1991. En ese momento, navegar por Internet era como ir a una biblioteca, la página de inicio de Yahoo, las noticias de Sina, varias páginas personales, todo el contenido era publicado por los administradores de los sitios web. ¿Tú? Solo podías mirar. Si querías dejar un comentario, tenías que enviar un correo electrónico.
La estructura de poder es muy simple: productores de contenido = plataforma = creadores de reglas. ¿De qué se gana dinero? Vendiendo espacios publicitarios. En ese entonces, Baidu Tieba apenas estaba surgiendo, aún era un foro BBS limpio.

**Acto II: Era Web2 - Tienes un micrófono, pero el escenario puede colapsar en cualquier momento**
Después de 2005, el estilo cambió drásticamente. Facebook, Weibo, Douyin y otras plataformas te dieron un micrófono; puedes publicar fotos, grabar videos y insultar. ¿Parece que ahora hay democracia?
Pero hay un problema mortal: todos tus datos —registros de chat, contenido creativo, relaciones con fans— están en los servidores de la plataforma. En otras palabras, estás cultivando en la tierra de otra persona.
En enero de 2021, la cuenta de Twitter de Trump fue bloqueada de forma permanente con un solo clic, y 70 millones de seguidores se borraron de un instante a otro. En 2023, muchos vendedores de comercio electrónico experimentaron que sus tiendas estaban "solo visibles para ellos mismos", y años de esfuerzo se convirtieron en cero. Esta es la verdad de Web2: las plataformas tienen el control absoluto.
El algoritmo decide si te promociona o no, si te da tráfico o no, si te cierra la cuenta o no, todo depende del estado de ánimo de la plataforma. ¿Crees que eres un creador de contenido? En realidad, solo eres un "trabajador de datos".

**Acto Tres: Era Web3 - Las reglas del juego están siendo reescritas**
Desde 2021, algunas personas se han cansado de este tipo de juego.
La lógica central de Web3 se resume en una palabra: **poseer**.

Ya no es "puedes hablar", sino "esta palabra es tu activo". A través de la tecnología blockchain, tu identidad, contenido y relaciones sociales pueden existir independientemente de la plataforma. La cuenta no es emitida por alguna empresa, es tu propia identidad digital bajo tu control. Los NFT creados y las publicaciones realizadas tienen la propiedad registrada en la cadena, y la plataforma no puede eliminarlos si lo desea.

Claro, ahora Web3 todavía está en una etapa inicial: la experiencia del usuario es mala, hay muchos estafadores y hay conceptos por todas partes. Pero la dirección ya está clara: **la segunda mitad de Internet es una revolución de la propiedad.**

La pregunta es: ¿quieres seguir cultivando en el terreno de otra persona o prefieres tener tu propia parcela de tierra?