Recientemente vi un dato, un gestor de fondos que alguna vez fue muy exitoso se retiró con tristeza, reduciendo su tamaño de gestión en 234 mil millones en diez años. Esto merece una reflexión: ¿por qué perdió tanto?

En realidad, la forma en que muchos fondos operan ahora es: cobran la comisión de gestión sin importar si ganan o pierden. El gestor recibe una comisión fija, asegurándose ingresos constantes; lo que realmente duele son los inversores minoristas que apostaron su dinero. ¿Crees que entregando tu dinero a un "profesional" puedes ganar sin esfuerzo? En realidad, quizás solo estás contribuyendo a pagar el salario fijo de otros.

Este diseño en el que los beneficios y el rendimiento están completamente desconectados es lo que más molesta. En las inversiones, solo mirar la popularidad y los títulos no sirve; hay que ver si el mecanismo es lo suficientemente transparente y si los intereses están realmente alineados. De lo contrario, siempre perderás tú, mientras otros ganan siempre.