La segunda revolución deflacionaria de Bitcoin está desplegándose silenciosamente.
La primera revolución deflacionaria fue la competencia en poder de hash, que mediante la prueba de trabajo (PoW) hizo que el tiempo adquiriera escasez. La segunda revolución deflacionaria proviene de la competencia en eficiencia de capital, que a través de estructuras financieras vuelve a hacer que la liquidez sea escasa.
Lombard permite que Bitcoin entre en un estado de deflación pasiva sin alterar la política monetaria. Cuando BTC se pone en staking, y luego se vuelve a apostar y participa en préstamos colaterales o pools de seguros, la cantidad de BTC que realmente puede circular y negociarse en el mercado disminuye. Es como si los bancos centrales bloquearan la liquidez, solo que esta vez es el mercado quien lo hace.
En este proceso, LBTC no es una nueva moneda, sino una nueva forma de Bitcoin:
Le da a un activo de reserva estático una vitalidad financiera, manteniendo al mismo tiempo la transparencia y la escasez propias de Bitcoin.
Si la reducción a la mitad es una escasez liderada por los mineros, Lombard representa una escasez liderada por las finanzas. Hace que la eficiencia del capital sea un nuevo recurso escaso, y otorga a Bitcoin su propio multiplicador monetario.
En este sentido, Lombard no está cambiando Bitcoin, sino que continúa su proceso de reconstrucción. La escasez ya no depende del tiempo en sí, sino de la confianza y la estructura de capital que se acumulan continuamente en el tiempo.
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La segunda revolución deflacionaria de Bitcoin está desplegándose silenciosamente.
La primera revolución deflacionaria fue la competencia en poder de hash, que mediante la prueba de trabajo (PoW) hizo que el tiempo adquiriera escasez. La segunda revolución deflacionaria proviene de la competencia en eficiencia de capital, que a través de estructuras financieras vuelve a hacer que la liquidez sea escasa.
Lombard permite que Bitcoin entre en un estado de deflación pasiva sin alterar la política monetaria. Cuando BTC se pone en staking, y luego se vuelve a apostar y participa en préstamos colaterales o pools de seguros, la cantidad de BTC que realmente puede circular y negociarse en el mercado disminuye. Es como si los bancos centrales bloquearan la liquidez, solo que esta vez es el mercado quien lo hace.
En este proceso, LBTC no es una nueva moneda, sino una nueva forma de Bitcoin:
Le da a un activo de reserva estático una vitalidad financiera, manteniendo al mismo tiempo la transparencia y la escasez propias de Bitcoin.
Si la reducción a la mitad es una escasez liderada por los mineros, Lombard representa una escasez liderada por las finanzas. Hace que la eficiencia del capital sea un nuevo recurso escaso, y otorga a Bitcoin su propio multiplicador monetario.
En este sentido, Lombard no está cambiando Bitcoin, sino que continúa su proceso de reconstrucción. La escasez ya no depende del tiempo en sí, sino de la confianza y la estructura de capital que se acumulan continuamente en el tiempo.