Hace tres años, compraste $FIL a 237 dólares,

y desde entonces ha ido bajando, borraste la app, saliste del grupo, escondiste la cartera en un rincón de la vida.

Después de eso, empezaste a trabajar en serio, a dormir temprano y a levantarte temprano,
dejaste de hablar de las tendencias del mercado, de perseguir las modas, simplemente confiando en silencio en que las criptomonedas cambiarán el mundo.

Hasta hoy, escuchaste que $FIL está enloqueciendo al alza,
te levantaste de golpe, tus manos temblaban, y en presencia de toda la familia, volviste a descargar la plataforma de intercambio,
como si quisieras cumplir ese sueño que habías enterrado hacía mucho tiempo.

Pero cuando abres la página y ves en la pantalla “$2.17”,
en un instante, te duele la nariz, las lágrimas no pudieron contenerse, pero tu corazón está sorprendentemente tranquilo.

Resulta que, en estos años, realmente has madurado.
No solo en tu comprensión, sino también en tu capacidad para resistir los golpes.