¿Recuerdan ustedes? En los primeros años de Ethereum existía un esquema de escalabilidad llamado Plasma, que proponía una idea bastante audaz: no todos los transacciones tienen que estar en la cadena principal. Sin embargo, debido a las limitaciones tecnológicas en ese momento, fue gradualmente perdiendo protagonismo en la opinión pública. No esperaba que ahora este esquema volviera a estar en el centro de atención del sector, e incluso se convirtiera en un componente clave en las arquitecturas de escalabilidad modular. Hoy hablaremos de por qué aquel «descarte» ha vuelto a ponerse de moda.
Primero, expliquemos la lógica de diseño de Plasma en su momento. En aquella época, la red de Ethereum sufría una congestión severa y las tarifas de Gas eran extremadamente altas. El equipo de Plasma pensó: dado que la capacidad de la cadena principal es limitada, ¿por qué no mover la mayoría de las transacciones fuera de la cadena? La estrategia consistía en lo siguiente: realizar las transacciones diarias en cadenas laterales (sidechains) de forma rápida, y solo enviar periódicamente a la cadena principal las «pruebas de validez de las transacciones». La cadena principal actuaría como un árbitro, que intervenía solo en caso de problemas, sin gestionar las transacciones cotidianas.
Este esquema en su momento fue realmente innovador. Era como construir un carril rápido junto a una vía principal congestionada, mejorando la eficiencia y reduciendo los costes. Pero también tenía sus problemas: los contratos inteligentes complejos no podían ejecutarse fácilmente, y cuando estalló la explosión de DeFi, la comunidad se volcó en soluciones compatibles con EVM como los Rollups. Así, Plasma fue gradualmente marginándose, convirtiéndose en un símbolo de «tecnología de la pasada generación».
Sin embargo, en los últimos años la situación ha cambiado. La posición de Ethereum ha evolucionado de ser una «computadora mundial» a una «capa de liquidación», y la industria ha comenzado a entender que no todas las aplicaciones necesitan la seguridad a nivel de la cadena principal. La arquitectura de Plasma, con su «ejecución fuera de la cadena + arbitraje en la cadena principal», encaja perfectamente con las ideas actuales de blockchain modular.
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NewPumpamentals
· hace11h
¿Para qué sirve la red principal?
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GasWaster69
· hace11h
¡Por qué tomar tantos desvíos si ya se podía haber dicho que era calificado!
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GasGuru
· hace11h
¿La red principal todavía está en marcha?
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NotSatoshi
· hace11h
Hay algunas cosas que, después de caer, uno aprende.
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MemeTokenGenius
· hace11h
Ya lo había olvidado, ¿ahora lo vuelves a retomar, verdad?
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JustAnotherWallet
· hace11h
No necesitas quedarte en el trabajo, solo baja del coche.
¿Recuerdan ustedes? En los primeros años de Ethereum existía un esquema de escalabilidad llamado Plasma, que proponía una idea bastante audaz: no todos los transacciones tienen que estar en la cadena principal. Sin embargo, debido a las limitaciones tecnológicas en ese momento, fue gradualmente perdiendo protagonismo en la opinión pública. No esperaba que ahora este esquema volviera a estar en el centro de atención del sector, e incluso se convirtiera en un componente clave en las arquitecturas de escalabilidad modular. Hoy hablaremos de por qué aquel «descarte» ha vuelto a ponerse de moda.
Primero, expliquemos la lógica de diseño de Plasma en su momento. En aquella época, la red de Ethereum sufría una congestión severa y las tarifas de Gas eran extremadamente altas. El equipo de Plasma pensó: dado que la capacidad de la cadena principal es limitada, ¿por qué no mover la mayoría de las transacciones fuera de la cadena? La estrategia consistía en lo siguiente: realizar las transacciones diarias en cadenas laterales (sidechains) de forma rápida, y solo enviar periódicamente a la cadena principal las «pruebas de validez de las transacciones». La cadena principal actuaría como un árbitro, que intervenía solo en caso de problemas, sin gestionar las transacciones cotidianas.
Este esquema en su momento fue realmente innovador. Era como construir un carril rápido junto a una vía principal congestionada, mejorando la eficiencia y reduciendo los costes. Pero también tenía sus problemas: los contratos inteligentes complejos no podían ejecutarse fácilmente, y cuando estalló la explosión de DeFi, la comunidad se volcó en soluciones compatibles con EVM como los Rollups. Así, Plasma fue gradualmente marginándose, convirtiéndose en un símbolo de «tecnología de la pasada generación».
Sin embargo, en los últimos años la situación ha cambiado. La posición de Ethereum ha evolucionado de ser una «computadora mundial» a una «capa de liquidación», y la industria ha comenzado a entender que no todas las aplicaciones necesitan la seguridad a nivel de la cadena principal. La arquitectura de Plasma, con su «ejecución fuera de la cadena + arbitraje en la cadena principal», encaja perfectamente con las ideas actuales de blockchain modular.