La votación de noviembre del año pasado finalmente ha llegado a su fin.

El 6 de noviembre de 2025, la reunión anual de accionistas de Tesla presentó una "apuesta del siglo": el plan de compensación astronómico de Musk fue aprobado por una abrumadora mayoría. ¿Qué significa esto? Si realmente puede cumplir con su promesa, en los próximos diez años podría recibir una recompensa en acciones por un valor de aproximadamente 1 billón de dólares. No, no te has confundido, es a nivel de "billón". Como resultado, después del cierre del mercado de valores en EE. UU., se anunció oficialmente alrededor de las 5 a.m. hora de Beijing del 7 de noviembre, y el mercado de capitales estalló instantáneamente.

Pero este dinero no se recibe sin condiciones. En otras palabras, es un "acuerdo de apuestas" en toda regla: el retorno de Musk depende completamente de cuán alto pueda volar Tesla.

Primero, veamos cuán loco es el objetivo: tiene que llevar el valor de mercado de Tesla de 1.5 billones de dólares a 8.5 billones de dólares. ¿Qué concepto es este? Prácticamente tendría que construir 5 Teslas más. Al mismo tiempo, también necesita entregar un total de 20 millones de vehículos y lograr 10 millones de conjuntos de FSD (conducción totalmente autónoma). Cualquiera de estos números, por sí solo, sería suficiente para despertar a un analista de Wall Street de su sueño.

¿Por qué este asunto ha causado tanto revuelo?

Primero, el potencial de compensación de 1 billón de dólares establece un nuevo récord en la historia empresarial de EE. UU., superando su propuesta de 56 mil millones de dólares en 2018. En segundo lugar, muchos consideran que el objetivo de un valor de mercado de 8.5 billones de dólares es simplemente poco realista: los optimistas lo llaman "radical", mientras que los pesimistas dicen que es simplemente "un sueño".

Lo más crucial es el tema del control. Si se logran todos los objetivos, la participación de Musk en Tesla podría dispararse del 13% aproximadamente a al menos el 25%. Esto básicamente sería un boleto de entrada para tener la voz absoluta en la compañía. Instituciones como Morgan Stanley también advirtieron en ese momento: si el plan no se aprueba, el precio de las acciones de Tesla podría caer más del 10% de inmediato. El mercado consideró esta votación como un "referéndum de confianza" sobre la estrategia a largo plazo de Musk (los robots humanoides, la conducción autónoma, etc.).

Por supuesto, no todos están de acuerdo. El Fondo Soberano de Noruega y el Fondo de Pensiones de los Empleados Públicos de California (CalPERS) votaron en contra. Sus preocupaciones son muy reales: ¿los enormes bonos diluirán los derechos de los accionistas? ¿La empresa depende demasiado de una sola persona, Musk? Varias compañías de consultoría que asesoran a inversores institucionales también han expresado públicamente su desacuerdo.

Pero el resultado está ahí: la mayoría de los accionistas todavía eligieron creer que este "loco" puede crear otro milagro.