Cuando Trump enarbola el lema de “Hacer de Estados Unidos una superpotencia de Bitcoin”, el mundo de las criptomonedas se enciende de inmediato. Este expresidente, que en el pasado criticó las criptomonedas por ser “inestables y fomentar delitos graves”, de repente cambia de tono y se convierte en un “altavoz” del mercado cripto, con un impacto comparable al famoso momento en que Elon Musk impulsó Dogecoin en las redes sociales. Sin embargo, en medio del entusiasmo desbordado por la tendencia alcista, pocos se toman el tiempo para pensar con calma: ¿Esta aparente “relajación” en las políticas es una bendición para la industria de las criptomonedas o una estrategia cuidadosamente diseñada para los inversores minoristas?

==================================

💎

💎
==================================

La euforia en el mundo de las criptomonedas siempre es pasajera; solo el riesgo es eterno. Que Trump proclame “Hacer de Bitcoin una superpotencia” quizás pueda generar una ola de subidas a corto plazo, pero no puede cambiar la esencia del mercado cripto: “capital dominando, minoristas comprando”. Para los inversores comunes, en lugar de seguir ciegamente la corriente en medio de una política favorable, es mejor mantener la racionalidad: entender la verdadera naturaleza de la atracción de capital, estar atentos a las trampas de las figuras públicas y recordar la ley del mercado de “subidas rápidas, caídas rápidas”. Al fin y al cabo, en este juego dominado por la voluntad estatal y el capital, lo que menos deben hacer los minoristas es tomar las estrategias de otros como su propia oportunidad de enriquecimiento.