En el sector inmobiliario, la "cláusula de rescisión" es una disposición en el contrato de préstamo que describe cómo el prestatario puede cumplir con los requisitos del prestamista para liberar su derecho de retención sobre la propiedad. Esta cláusula puede variar entre préstamos para bienes raíces residenciales y comerciales. En las hipotecas residenciales, la cláusula de rescisión generalmente indica que siempre que el prestatario complete todos los pagos hipotecarios, podrá poseer por completo el título de la propiedad. En el caso de bienes raíces comerciales, estas cláusulas suelen implicar el uso de otros activos como garantía en lugar de la propiedad, para permitir que el prestatario venda o refinancie mientras se mantiene el flujo de efectivo del prestamista.



En las hipotecas residenciales, la cláusula de incumplimiento proporciona un camino claro para que el prestatario obtenga la plena propiedad una vez que cumpla con los términos del préstamo. A diferencia de las aplicaciones comerciales, el núcleo del incumplimiento residencial radica en la transferencia de la propiedad, y no en el reemplazo de la garantía. Este proceso es común en los estados de "teoría de la propiedad", donde los prestamistas retienen el título de la propiedad hasta que el prestatario haya cumplido con todas sus obligaciones de pago. Una vez que se completa el pago final, el prestamista proporciona una liberación o escritura, transfiriendo legalmente la propiedad al prestatario. La cláusula de incumplimiento protege los intereses del prestamista durante la duración del préstamo, al tiempo que asegura que el prestatario pueda obtener la propiedad de la vivienda después de cumplir con sus compromisos financieros. Este protocolo es un acuerdo claro y legalmente vinculante que equilibra los intereses de ambas partes.

En Estados Unidos, los estados generalmente se clasifican como estados de "teoría de propiedad" y estados de "teoría de gravamen" según cómo se maneje la propiedad durante el período de la hipoteca. En los estados de "teoría de propiedad", el prestamista actúa como fideicomisario y posee el título legal de la propiedad hasta que el prestatario reembolse completamente el préstamo hipotecario. Las cláusulas de incumplimiento en estos estados describen las condiciones bajo las cuales se transfiere el título a los prestatarios, como Arizona, Carolina del Norte y Oregón. En estados de "teoría de gravamen" como California, Florida y Nueva York, el prestatario retiene el título legal de la propiedad, mientras que el prestamista coloca un gravamen como garantía del préstamo. Por lo tanto, las cláusulas de incumplimiento son poco comunes en estos estados, ya que una vez que el prestatario cumple con los términos de pago, el gravamen se elimina automáticamente.

Al mismo tiempo, los estados de "teoría intermedia" combinan elementos de la teoría de la propiedad y la teoría del embargo. En estos estados, el prestamista retiene la propiedad del inmueble durante el período del préstamo, similar a la teoría de la propiedad, pero una vez que el prestatario incumple, la propiedad se revierte automáticamente al prestatario, similar a la teoría del embargo. Este enfoque híbrido tiene como objetivo simplificar el proceso de ejecución hipotecaria, brindando al prestamista un control más directo en caso de incumplimiento para simplificar el manejo financiero.

En el sector inmobiliario comercial, las cláusulas de incumplimiento proporcionan flexibilidad al prestatario, al tiempo que aseguran que el prestamista continúe recibiendo un flujo de efectivo estable. A diferencia de las aplicaciones residenciales, estas cláusulas implican utilizar otros activos, generalmente valores de alta calidad, como garantía en lugar de la propiedad original. Estos valores están diseñados para coincidir con los pagos restantes del préstamo, asegurando que los ingresos esperados del prestamista no se vean afectados. Este proceso es especialmente beneficioso para los prestatarios que buscan vender o refinanciar antes del vencimiento del préstamo. Al utilizar cláusulas de incumplimiento, el prestatario puede cumplir con los requisitos de garantía del prestamista sin necesidad de pagos anticipados o violar el acuerdo de préstamo. Una vez que se inicia el proceso de incumplimiento, el prestatario generalmente colabora con una empresa externa para comprar y organizar activos alternativos. Estos activos se colocan en un fideicomiso y se pagan al prestamista de acuerdo con un plan de pagos establecido. El incumplimiento en el sector inmobiliario comercial es más común en préstamos que forman parte de productos securitizados, como los valores respaldados por hipotecas comerciales (CMBS). Dado que los préstamos CMBS a menudo limitan el pago anticipado para proteger a los inversores, el incumplimiento ofrece una solución práctica. Aunque el proceso puede ser complejo y costoso, representa una opción valiosa para los prestatarios que necesitan flexibilidad.

El mecanismo de rescisión y el mecanismo de mantenimiento de ingresos están diseñados para proteger a los prestamistas en caso de que los prestatarios rescindan anticipadamente el préstamo, pero operan de manera diferente. Mientras que la rescisión mantiene el flujo de efectivo del prestamista mediante activos sustitutos, el mantenimiento de ingresos compensa directamente las posibles pérdidas financieras. El mantenimiento de ingresos requiere que el prestatario pague una multa para compensar al prestamista por los ingresos por intereses perdidos debido al reembolso anticipado. Esta multa se calcula como la diferencia entre la tasa de interés del contrato del préstamo y la tasa de interés del mercado actual, multiplicada por el saldo restante del préstamo y el plazo.

El incumplimiento se resuelve reemplazando la hipoteca de la propiedad con valores de alta calidad que pueden generar flujos de efectivo para el pago de los préstamos restantes. Las cláusulas de incumplimiento muestran las diversas estrategias que los prestamistas y prestatarios utilizan para cumplir con las obligaciones financieras y contractuales en las transacciones inmobiliarias. Al proporcionar flexibilidad en la estructura del préstamo, estas cláusulas equilibran los intereses de ambas partes en la transferencia de propiedad en préstamos residenciales o en el reemplazo de activos en préstamos comerciales.

Consejos prácticos sobre la compra de una vivienda: los costos de la hipoteca que superan el pago inicial, incluidos los impuestos sobre la propiedad, los gastos de cierre, el seguro del propietario y los posibles costos de mantenimiento, deben incluirse en su presupuesto. Preparar algunos fondos adicionales después de comprar una casa puede evitar la presión financiera. Además, un asesor financiero puede ayudarle con su plan de compra y ahorro. No es difícil encontrar un asesor adecuado. Encontrar un asesor financiero de confianza en su área local y realizar una consulta inicial puede ayudar a lograr sus objetivos financieros.
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