¿Qué es el trading?

Definición completa del trading El término “trading” proviene del inglés “to trade”, que significa “intercambiar, comerciar”. En el ámbito financiero, un trader es un individuo que negocia instrumentos financieros.

En español, se podría traducir “trader” como “operador de mercado”. Sin embargo, el término “trader” generalmente se utiliza tal cual, abarcando así sus diversas definiciones.

Una definición simple del trading consiste en describirlo como una actividad de inversión que busca anticipar las fluctuaciones de precios de un instrumento financiero. Este puede ser una moneda, una acción, un bono o incluso un producto derivado. Cuando los precios son atractivos, el trader toma posición. Luego, venderá sus activos cuando estime que el precio es lo suficientemente alto para maximizar su ganancia. Por eso, el trader a menudo se califica como especulador.

Para sobresalir en el trading, es crucial tener un conocimiento profundo de los mercados en los que se opera. La capacidad de prever, e incluso anticipar, los movimientos de los mercados financieros es una habilidad esencial.

La vigilancia informativa resulta indispensable para anticipar cualquier variación de la economía mundial: los contextos geopolíticos pueden influir considerablemente en el curso de ciertos instrumentos financieros. Por lo tanto, mantenerse informado de las noticias en tiempo real es primordial. Para ser reactivos y estar conectados en todo momento, muchos traders realizan una parte de sus operaciones desde el móvil.

Estas características se aplican a todos los traders. Sin embargo, en la práctica, existen varios tipos de trading, que dependen de las acciones y los roles asignados. Aunque muchos traders trabajan a tiempo completo para instituciones financieras, también hay muchos traders independientes. Estos últimos invierten en los mercados financieros de manera privada o personal.

El trader independiente: ¿quién es?

Al igual que otros traders, el trader independiente es un profesional especializado en la compra y venta de instrumentos en los mercados financieros. Su particularidad radica en el hecho de que no tiene un empleador directo: el trabajo de un trader independiente implica saber gestionar sus operaciones de manera autónoma.

Para asegurar la sostenibilidad de su actividad, el trader independiente debe cuidar de preservar el capital de su cuenta de trading. Para ello, debe adoptar reglas de gestión de riesgos particularmente rigurosas. Estas le permiten gestionar y anticipar de la mejor manera posible los riesgos inherentes al trading en línea. Por lo tanto, cada decisión del trader implica un cálculo de la mejor relación rendimiento/riesgo posible.

Los traders independientes tienden a especializarse en un mercado o un instrumento financiero que conocen bien y cuyo funcionamiento dominan: índices bursátiles, materias primas, criptomonedas (se habla entonces de “crypto traders”) son solo algunos ejemplos emblemáticos. Muchos inversores independientes también practican el trading en productos financieros derivados, como los CFD (Contratos por Diferencia). El interés principal de este tipo de productos radica en el efecto de apalancamiento, que permite al trader amplificar su capacidad de inversión (y, por lo tanto, reducir sus necesidades de capital).

Algunos traders trabajan en nombre de sus clientes. Se trata de traders de flujo. Su papel consiste en ayudar a empresas o particulares en la gestión de sus inversiones. Estos traders no se centran únicamente en el trading: deben desarrollar y fidelizar a su clientela a través de sus consejos acertados. Se distinguen de los traders por cuenta propia.