El sistema Martingala surgió en los juegos de azar franceses del siglo XVIII. Curioso, ¿no? Comenzó con cara o cruz y saltó a las criptomonedas.

La idea es simple: duplica la apuesta después de cada pérdida. Recupera todo y gana un poco cuando ganes. En las criptos, es aumentar la inversión después de un mal negocio.

Parece que ayuda a quitar la emoción del trading. Reglas claras, nada de impulsos. También es flexible. Se puede usar en varios activos y estilos.

Pero los riesgos son grandes. Las pérdidas pueden explotar. Se necesita mucho dinero para seguir adelante. Una mala racha y... ¡puf! Ahí se va el capital.

¿Las ganancias? Algo desalentadoras, considerando los riesgos. ¿Las apuestas grandes después de pérdidas? Solo para recuperar lo que ya era.

Para usar en las criptos, comienza con dinero suficiente. Define límites. Los puntos de parada son cruciales. Evita desastres, aprovecha ganancias.

No sustituye la investigación, ¿verdad? Estudia bien antes de invertir. El mercado es loco.

Al final, puede ser útil para algunos. Mercados volátiles y tal. ¡Pero cuidado! Úsalo como parte de algo mayor. Entiende los riesgos. Solo apuesta lo que puedas perder.

Es un juego peligroso. Pero, ¿quién sabe? Quizás te funcione.