Kadena, una vez una blockchain de miles de millones de dólares fundada por exingenieros de JPMorgan, cerró abruptamente sus operaciones citando condiciones de mercado insostenibles.
El token (KDA) se desplomó más del 75% en cuestión de horas, lo que provocó deslistados en los intercambios y pánico entre los inversores. Surgieron alegaciones de venta corta por parte de insiders y mala conducta, aunque no se ha verificado ninguna prueba. La red sigue funcionando bajo el control de la comunidad, pero su futuro sigue siendo incierto sin liderazgo ni financiación.
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Kadena, una vez una blockchain de miles de millones de dólares fundada por exingenieros de JPMorgan, cerró abruptamente sus operaciones citando condiciones de mercado insostenibles.
El token (KDA) se desplomó más del 75% en cuestión de horas, lo que provocó deslistados en los intercambios y pánico entre los inversores.
Surgieron alegaciones de venta corta por parte de insiders y mala conducta, aunque no se ha verificado ninguna prueba.
La red sigue funcionando bajo el control de la comunidad, pero su futuro sigue siendo incierto sin liderazgo ni financiación.