Las instituciones tradicionales están reconociendo cada vez más los activos digitales como parte de la asignación de activos, y tienden a optar por productos de gestión activa, lo que indica que este mercado está pasando de un "crecimiento salvaje" a un "cultivo meticuloso". Yo mismo he notado que cada vez más amigos a mi alrededor comienzan a acceder a este tipo de activos a través de canales de cumplimiento, ya no solo "comercio de criptomonedas", sino que realmente los consideran una opción de asignación a largo plazo.