La nueva empresa de vehículos eléctricos Rivian está intentando lo que pocos han logrado: entrar en la madura industria automotriz con nueva tecnología. Mientras que Tesla demostró que este camino es posible, muchas startups de vehículos eléctricos han fracasado en el camino. Entonces, ¿deberían los inversores arriesgarse con Rivian ahora?
En su esencia, Rivian está construyendo un negocio de manufactura industrial desde cero, produciendo productos complejos y costosos. Esto explica las pérdidas continuas de la empresa, que probablemente continuarán durante años. Los inversores conservadores podrían querer buscar en otro lugar.
Siguiendo el manual de Tesla, Rivian comenzó con modelos de alta gama antes de planear opciones más asequibles para el mercado masivo. La compañía ha cambiado su enfoque de volumen a rentabilidad, logrando modestos beneficios brutos a finales de 2024 y principios de 2025, aunque tropezó en el segundo trimestre. Estos primeros éxitos han atraído asociaciones con gigantes de la industria y un capital de crecimiento sustancial.
Sin embargo, el panorama político ha cambiado. El apoyo gubernamental para los vehículos eléctricos ha disminuido, obligando a Rivian a reducir su pronóstico de EBITDA. A pesar de estos obstáculos, la empresa mantiene más de $7 mil millones en efectivo y continúa avanzando hacia su próximo hito: el lanzamiento de un modelo a un precio más bajo que se espera para 2026.
Mientras que algunas startups de vehículos eléctricos competidoras han colapsado, la ejecución de Rivian sugiere un potencial éxito. Pero no se equivoquen: sigue siendo una empresa que pierde dinero con riesgos significativos. Solo los inversores agresivos a largo plazo deberían considerarla, entendiendo que aunque el potencial de ganancia podría ser sustancial, el fracaso sigue siendo una posibilidad para una empresa que aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo.
La transición de la industria automotriz hacia los vehículos eléctricos ofrece oportunidades, pero el viaje de Rivian de startup a fabricante establecido requiere paciencia y tolerancia al riesgo. Para aquellos dispuestos a soportar la volatilidad, Rivian podría representar una jugada interesante en el paisaje automotriz en evolución, si puede cumplir con sus promesas.
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La apuesta de Rivian en vehículos eléctricos: ¿Vale la pena el riesgo?
La nueva empresa de vehículos eléctricos Rivian está intentando lo que pocos han logrado: entrar en la madura industria automotriz con nueva tecnología. Mientras que Tesla demostró que este camino es posible, muchas startups de vehículos eléctricos han fracasado en el camino. Entonces, ¿deberían los inversores arriesgarse con Rivian ahora?
En su esencia, Rivian está construyendo un negocio de manufactura industrial desde cero, produciendo productos complejos y costosos. Esto explica las pérdidas continuas de la empresa, que probablemente continuarán durante años. Los inversores conservadores podrían querer buscar en otro lugar.
Siguiendo el manual de Tesla, Rivian comenzó con modelos de alta gama antes de planear opciones más asequibles para el mercado masivo. La compañía ha cambiado su enfoque de volumen a rentabilidad, logrando modestos beneficios brutos a finales de 2024 y principios de 2025, aunque tropezó en el segundo trimestre. Estos primeros éxitos han atraído asociaciones con gigantes de la industria y un capital de crecimiento sustancial.
Sin embargo, el panorama político ha cambiado. El apoyo gubernamental para los vehículos eléctricos ha disminuido, obligando a Rivian a reducir su pronóstico de EBITDA. A pesar de estos obstáculos, la empresa mantiene más de $7 mil millones en efectivo y continúa avanzando hacia su próximo hito: el lanzamiento de un modelo a un precio más bajo que se espera para 2026.
Mientras que algunas startups de vehículos eléctricos competidoras han colapsado, la ejecución de Rivian sugiere un potencial éxito. Pero no se equivoquen: sigue siendo una empresa que pierde dinero con riesgos significativos. Solo los inversores agresivos a largo plazo deberían considerarla, entendiendo que aunque el potencial de ganancia podría ser sustancial, el fracaso sigue siendo una posibilidad para una empresa que aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo.
La transición de la industria automotriz hacia los vehículos eléctricos ofrece oportunidades, pero el viaje de Rivian de startup a fabricante establecido requiere paciencia y tolerancia al riesgo. Para aquellos dispuestos a soportar la volatilidad, Rivian podría representar una jugada interesante en el paisaje automotriz en evolución, si puede cumplir con sus promesas.