El sutil enfrentamiento entre Sundar Pichai y Trump: el juego de poder detrás del caso antimonopolio de Google
"¿Te lo pasaste bien ayer...?" Cuando Trump le preguntó directamente al CEO de Google en una cena en la Casa Blanca, no pude evitar imaginar la atmósfera incómoda de ese momento. Esta aparente charla superficial en realidad encierra un profundo significado: Google acaba de esquivar un desastre legal que podría haber llevado a la división de la empresa, aumentando su valor de mercado en 230 mil millones de dólares de la noche a la mañana.
La respuesta de Pichai es bastante intrigante: "Estoy contento de que las cosas hayan terminado... Agradezco a su gobierno por haber tenido un diálogo constructivo, y finalmente hemos llegado a una especie de solución." Esta frase suena como un agradecimiento al gobierno de Trump, pero en realidad este caso antimonopolio fue presentado por primera vez por el Departamento de Justicia en 2020.
La decisión del juez Mehta ha sido como una bendición para Google. Aunque se determinó que Google actuó ilegalmente en el mercado de búsquedas, se desestimaron las sanciones más severas. Google puede continuar pagando a Apple miles de millones de dólares para mantener su posición como motor de búsqueda predeterminado en el iPhone, un acuerdo que es extremadamente beneficioso para ambas partes.
Por supuesto, Google no es completamente sin costo. Deben compartir parte de los datos del índice de búsqueda y la información de interacción del usuario, pero pueden cobrar bajo "términos comerciales normales". En pocas palabras, Google aún tiene el control.
Lo que es aún más interesante es que Pichai hábilmente cambió el tema hacia la inteligencia artificial: "La era de la inteligencia artificial es uno de los momentos más transformadores de nuestras vidas, y bajo su liderazgo, el plan de acción de inteligencia artificial es un gran comienzo." Este elogio está claramente dirigido al plan "Ganar la Carrera de la Inteligencia Artificial" que Trump publicó en julio, que incluye la prohibición de lo que se llama "inteligencia artificial despierta".
Trump tampoco ha estado ocioso, intentando culpar al gobierno de Biden por la acusación antimonopolio, aunque en realidad esta demanda fue presentada durante su propio primer mandato.
Detrás de esta cena, la lucha entre Google y el gobierno de Trump continúa. No olvides que Trump demandó a YouTube, una filial de Google, hace cuatro años, acusándolo de realizar una revisión ilegal de contenido después de los disturbios en el Capitolio el 6 de enero.
Esta escena muestra la delicada relación entre los gigantes tecnológicos y el poder político: bajo las apariencias de cortesía y respeto, se encuentran los cálculos y juegos de intereses mutuos.
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El sutil enfrentamiento entre Sundar Pichai y Trump: el juego de poder detrás del caso antimonopolio de Google
"¿Te lo pasaste bien ayer...?" Cuando Trump le preguntó directamente al CEO de Google en una cena en la Casa Blanca, no pude evitar imaginar la atmósfera incómoda de ese momento. Esta aparente charla superficial en realidad encierra un profundo significado: Google acaba de esquivar un desastre legal que podría haber llevado a la división de la empresa, aumentando su valor de mercado en 230 mil millones de dólares de la noche a la mañana.
La respuesta de Pichai es bastante intrigante: "Estoy contento de que las cosas hayan terminado... Agradezco a su gobierno por haber tenido un diálogo constructivo, y finalmente hemos llegado a una especie de solución." Esta frase suena como un agradecimiento al gobierno de Trump, pero en realidad este caso antimonopolio fue presentado por primera vez por el Departamento de Justicia en 2020.
La decisión del juez Mehta ha sido como una bendición para Google. Aunque se determinó que Google actuó ilegalmente en el mercado de búsquedas, se desestimaron las sanciones más severas. Google puede continuar pagando a Apple miles de millones de dólares para mantener su posición como motor de búsqueda predeterminado en el iPhone, un acuerdo que es extremadamente beneficioso para ambas partes.
Por supuesto, Google no es completamente sin costo. Deben compartir parte de los datos del índice de búsqueda y la información de interacción del usuario, pero pueden cobrar bajo "términos comerciales normales". En pocas palabras, Google aún tiene el control.
Lo que es aún más interesante es que Pichai hábilmente cambió el tema hacia la inteligencia artificial: "La era de la inteligencia artificial es uno de los momentos más transformadores de nuestras vidas, y bajo su liderazgo, el plan de acción de inteligencia artificial es un gran comienzo." Este elogio está claramente dirigido al plan "Ganar la Carrera de la Inteligencia Artificial" que Trump publicó en julio, que incluye la prohibición de lo que se llama "inteligencia artificial despierta".
Trump tampoco ha estado ocioso, intentando culpar al gobierno de Biden por la acusación antimonopolio, aunque en realidad esta demanda fue presentada durante su propio primer mandato.
Detrás de esta cena, la lucha entre Google y el gobierno de Trump continúa. No olvides que Trump demandó a YouTube, una filial de Google, hace cuatro años, acusándolo de realizar una revisión ilegal de contenido después de los disturbios en el Capitolio el 6 de enero.
Esta escena muestra la delicada relación entre los gigantes tecnológicos y el poder político: bajo las apariencias de cortesía y respeto, se encuentran los cálculos y juegos de intereses mutuos.