La crisis del cierre del gobierno federal de Estados Unidos se intensifica, y las disputas políticas están amenazando gravemente los medios de vida de cientos de miles de empleados federales. Este estancamiento político, provocado por problemas de atención médica, se ha convertido en un juego que afecta los intereses de la población en general.
El 6 de octubre, el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Hassett, emitió una declaración reflexiva. Dijo que si el gobierno llevaría a cabo despidos masivos durante la paralización depende de la posición de los demócratas sobre el financiamiento del gobierno. Hassett enfatizó que si las negociaciones no progresan, el presidente podría tomar medidas de despido. Hizo un llamado a los demócratas para que reconozcan la situación y eviten esta consecuencia innecesaria.
Sin embargo, Hassett también expresó un poco de optimismo. Cree que si el Partido Demócrata puede actuar de manera sensata después de regresar a Washington el lunes, la posibilidad de despidos masivos disminuirá.
La actual paralización del gobierno comenzó el 1 de octubre, debido a las diferencias entre los dos partidos sobre el tema del seguro médico que impidieron la aprobación de la ley de financiación temporal. Es importante destacar que, después de que el Senado de EE. UU. rechazara la ley el día 1, comenzó el feriado del Día de la Expiación, y se espera que no se vuelva a votar hasta el día 3.
Durante este tiempo, el gobierno ha tomado medidas para congelar fondos de algunos proyectos apoyados por el Partido Demócrata. Esto incluye aproximadamente 18 mil millones de dólares en fondos para dos importantes proyectos de infraestructura de transporte en la ciudad de Nueva York, así como 8 mil millones de dólares en fondos para proyectos de energía verde en 16 estados. La Casa Blanca ha denominado estos proyectos de energía verde como 'un engaño del New Deal Verde'.
El cierre del gobierno no es raro en la historia de Estados Unidos. El más reciente, y el que duró más tiempo, ocurrió a finales de 2018 y principios de 2019. En ese momento, los demócratas se opusieron a la propuesta de financiación para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, lo que llevó a un cierre del gobierno de 35 días.
Hoy en día, esta nueva lucha política ha vuelto a colocar a la población general en una situación de incertidumbre. Los trabajos y salarios de los empleados federales están en riesgo, y el progreso de varios proyectos importantes también podría verse afectado. Esto no solo se refiere a los medios de vida individuales, sino que también involucra todos los aspectos del desarrollo nacional.
A medida que la crisis continúa, la gente no puede evitar preguntarse: ¿quién debería asumir el costo del juego político? ¿Cómo debería el gobierno equilibrar entre garantizar el bienestar de la población y mantener su postura política? La solución final a esta crisis de estancamiento puede requerir que ambas partes aporten más sabiduría y espíritu de compromiso.
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nft_widow
· hace8h
Sacrificar a los trabajadores de base.
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SillyWhale
· hace9h
Los políticos juegan nuevamente con el pueblo como si estuvieran en la palma de su mano.
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SchrodingerWallet
· hace9h
El Token generado ya no está qaq
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SignatureCollector
· hace9h
Otra vez esta trampa política
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GateUser-6bc33122
· hace9h
¿De qué sirve estar arrastrando las cosas?
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CodeZeroBasis
· hace9h
Me muero de risa, ¿de verdad piensas que el dólar es un pedazo de papel?
La crisis del cierre del gobierno federal de Estados Unidos se intensifica, y las disputas políticas están amenazando gravemente los medios de vida de cientos de miles de empleados federales. Este estancamiento político, provocado por problemas de atención médica, se ha convertido en un juego que afecta los intereses de la población en general.
El 6 de octubre, el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Hassett, emitió una declaración reflexiva. Dijo que si el gobierno llevaría a cabo despidos masivos durante la paralización depende de la posición de los demócratas sobre el financiamiento del gobierno. Hassett enfatizó que si las negociaciones no progresan, el presidente podría tomar medidas de despido. Hizo un llamado a los demócratas para que reconozcan la situación y eviten esta consecuencia innecesaria.
Sin embargo, Hassett también expresó un poco de optimismo. Cree que si el Partido Demócrata puede actuar de manera sensata después de regresar a Washington el lunes, la posibilidad de despidos masivos disminuirá.
La actual paralización del gobierno comenzó el 1 de octubre, debido a las diferencias entre los dos partidos sobre el tema del seguro médico que impidieron la aprobación de la ley de financiación temporal. Es importante destacar que, después de que el Senado de EE. UU. rechazara la ley el día 1, comenzó el feriado del Día de la Expiación, y se espera que no se vuelva a votar hasta el día 3.
Durante este tiempo, el gobierno ha tomado medidas para congelar fondos de algunos proyectos apoyados por el Partido Demócrata. Esto incluye aproximadamente 18 mil millones de dólares en fondos para dos importantes proyectos de infraestructura de transporte en la ciudad de Nueva York, así como 8 mil millones de dólares en fondos para proyectos de energía verde en 16 estados. La Casa Blanca ha denominado estos proyectos de energía verde como 'un engaño del New Deal Verde'.
El cierre del gobierno no es raro en la historia de Estados Unidos. El más reciente, y el que duró más tiempo, ocurrió a finales de 2018 y principios de 2019. En ese momento, los demócratas se opusieron a la propuesta de financiación para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, lo que llevó a un cierre del gobierno de 35 días.
Hoy en día, esta nueva lucha política ha vuelto a colocar a la población general en una situación de incertidumbre. Los trabajos y salarios de los empleados federales están en riesgo, y el progreso de varios proyectos importantes también podría verse afectado. Esto no solo se refiere a los medios de vida individuales, sino que también involucra todos los aspectos del desarrollo nacional.
A medida que la crisis continúa, la gente no puede evitar preguntarse: ¿quién debería asumir el costo del juego político? ¿Cómo debería el gobierno equilibrar entre garantizar el bienestar de la población y mantener su postura política? La solución final a esta crisis de estancamiento puede requerir que ambas partes aporten más sabiduría y espíritu de compromiso.