El par EUR/CHF atrae nuevos compradores por segundo día consecutivo este jueves, con el precio orientándose al alza para alcanzar aproximadamente 0,9381 durante la sesión europea. Esta evolución refleja una combinación de datos de inflación suiza más bajos y ventas minoristas de la zona euro por debajo de las expectativas, lo que lleva a los inversores a reevaluar las perspectivas de política monetaria de ambos lados.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) suizo se mantuvo estable en 0,2% interanual en agosto, conforme a las previsiones, pero aún así refleja una presión inflacionaria moderada. En términos mensuales, el IPC bajó un 0,1%, por debajo de las expectativas de una lectura estable. Estas cifras subrayan el entorno desinflacionista al que se enfrenta el Banco Nacional Suizo (BNS), reforzando las especulaciones del mercado de que los responsables de la política podrían adoptar una postura más acomodaticia si la demanda interna continúa debilitándose.
En la zona euro, las ventas al por menor de julio cayeron un 0,5% en comparación con el mes anterior, una contracción más fuerte que la disminución prevista del 0,2%, y un giro notable respecto al aumento del 0,6% en junio. En comparación con el año anterior, las ventas aumentaron un 2,2%, pero esta cifra también es inferior a las previsiones del 2,4% y marca un desaceleramiento respecto al crecimiento del 3,5% registrado anteriormente. La desagregación reveló caídas en el consumo de alimentos y combustible, mientras que los productos no alimentarios solo registraron una ganancia marginal. Este resultado débil indica una demanda de los hogares tambaleante en todo el bloque, lo que suscita preocupaciones sobre la sostenibilidad del crecimiento a medida que la inflación se enfría y los vientos en contra del comercio exterior persisten.
Para el BNS, la última publicación del IPC subraya cuán obstinadamente baja sigue siendo la presión sobre los precios, manteniendo al banco firmemente en un territorio acomodaticio después de haber reducido su tasa de interés a cero en junio. Por el contrario, el (BCE) enfrenta un desafío diferente ya que la inflación de la zona ha aumentado ligeramente al 2,1% en agosto, con una inflación subyacente del 2,3%, aunque las ventas minoristas muestran un debilitamiento del consumo, dejando a los responsables de la política en un enfoque cauteloso de espera.
Para completar la tabla, la tasa de desempleo desestacionalizada en Suiza se mantuvo estable en 2,9% en agosto, reforzando la idea de que el mercado laboral sigue siendo resistente, incluso si las presiones sobre los precios permanecen moderadas. En la zona euro, la atención se dirige hacia las lecturas del segundo trimestre del viernes, donde el empleo debería subir un 0,1% en comparación con el trimestre anterior y un 0,7% en comparación con el año anterior, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) debería aumentar un 0,1% en el trimestre y un 1,4% en el año.
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El par EUR/CHF atrae nuevos compradores por segundo día consecutivo este jueves, con el precio orientándose al alza para alcanzar aproximadamente 0,9381 durante la sesión europea. Esta evolución refleja una combinación de datos de inflación suiza más bajos y ventas minoristas de la zona euro por debajo de las expectativas, lo que lleva a los inversores a reevaluar las perspectivas de política monetaria de ambos lados.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) suizo se mantuvo estable en 0,2% interanual en agosto, conforme a las previsiones, pero aún así refleja una presión inflacionaria moderada. En términos mensuales, el IPC bajó un 0,1%, por debajo de las expectativas de una lectura estable. Estas cifras subrayan el entorno desinflacionista al que se enfrenta el Banco Nacional Suizo (BNS), reforzando las especulaciones del mercado de que los responsables de la política podrían adoptar una postura más acomodaticia si la demanda interna continúa debilitándose.
En la zona euro, las ventas al por menor de julio cayeron un 0,5% en comparación con el mes anterior, una contracción más fuerte que la disminución prevista del 0,2%, y un giro notable respecto al aumento del 0,6% en junio. En comparación con el año anterior, las ventas aumentaron un 2,2%, pero esta cifra también es inferior a las previsiones del 2,4% y marca un desaceleramiento respecto al crecimiento del 3,5% registrado anteriormente. La desagregación reveló caídas en el consumo de alimentos y combustible, mientras que los productos no alimentarios solo registraron una ganancia marginal. Este resultado débil indica una demanda de los hogares tambaleante en todo el bloque, lo que suscita preocupaciones sobre la sostenibilidad del crecimiento a medida que la inflación se enfría y los vientos en contra del comercio exterior persisten.
Para el BNS, la última publicación del IPC subraya cuán obstinadamente baja sigue siendo la presión sobre los precios, manteniendo al banco firmemente en un territorio acomodaticio después de haber reducido su tasa de interés a cero en junio. Por el contrario, el (BCE) enfrenta un desafío diferente ya que la inflación de la zona ha aumentado ligeramente al 2,1% en agosto, con una inflación subyacente del 2,3%, aunque las ventas minoristas muestran un debilitamiento del consumo, dejando a los responsables de la política en un enfoque cauteloso de espera.
Para completar la tabla, la tasa de desempleo desestacionalizada en Suiza se mantuvo estable en 2,9% en agosto, reforzando la idea de que el mercado laboral sigue siendo resistente, incluso si las presiones sobre los precios permanecen moderadas. En la zona euro, la atención se dirige hacia las lecturas del segundo trimestre del viernes, donde el empleo debería subir un 0,1% en comparación con el trimestre anterior y un 0,7% en comparación con el año anterior, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) debería aumentar un 0,1% en el trimestre y un 1,4% en el año.