El imperio financiero de los Trump: un entramado de poder y controversia

La fortuna de los Trump se ha convertido en símbolo del capitalismo americano más descarnado. A principios de 2025, el patrimonio familiar se estima entre 6.700 y 8.800 millones de dólares, construido sobre inmobiliarias, especulaciones y, por qué no decirlo, algunos negocios bastante turbios. Vamos a echar un vistazo al clan que ha conseguido hacerse con el control de la Casa Blanca... ¡por segunda vez!

Donald: el patriarca ambicioso

Nacido en Queens en 1946, este chico mimado de familia adinerada asistió a la Academia Militar y luego a Wharton. ¡Menuda preparación para quien presumiría después de haberse hecho a sí mismo!

Heredó el imperio inmobiliario paterno en 1971, rebautizándolo como Organización Trump. Su estrategia ha sido simple: ostentación y lujo. La icónica Trump Tower, sus casinos (¡que quebraron varias veces!), y campos de golf para millonarios. Nada nuevo bajo el sol.

Su patrimonio ronda los 6.700 millones, pero lo más intrigante es su reciente criptomoneda $TRUMP, un circo especulativo valorado en 11.000 millones. ¡Burbuja garantizada para incautos!

Ivanka: la princesa empresaria

Esta ex-modelo reconvertida en empresaria ha sido siempre la favorita de papá. Después de su etapa en pasarelas, se unió al negocio familiar y creó su propia marca de productos caros e innecesarios.

Durante el mandato de su padre jugó a ser asesora presidencial, centrándose en "el empoderamiento económico de las mujeres" mientras las políticas de la administración hacían exactamente lo contrario.

Su fortuna personal: 1.100 millones. No está mal para alguien cuyo principal mérito ha sido nacer con el apellido correcto.

Donald Jr: el cazador de negocios

El primogénito siguió los pasos paternos en Wharton. Desde pequeño ha estado metido en la Organización Trump, aunque su verdadera pasión parece ser posar con animales muertos en sus escapadas de caza.

Su patrimonio estimado es de apenas 25 millones, bastante modesto comparado con su hermana. Quizás debería pedirle algunos consejos financieros a Ivanka.

Eric: el olvidado

Graduado en Georgetown, divide su tiempo entre la Organización Trump y su fundación benéfica, supuestamente dedicada a la atención infantil. También posee unos 25 millones, lo que confirma que papá tiene sus favoritos.

Tiffany: la hija invisible

La única hija de Donald y Marla Maples ha tratado de forjarse su propio camino como abogada. Con apenas 10 millones de patrimonio, es evidente que no forma parte del círculo íntimo de los negocios familiares.

Barron: el heredero en formación

El benjamín estudia en Stern (NYU) y se mantiene alejado del circo mediático. Sin patrimonio propio todavía, pero heredará una tajada considerable cuando sea mayor. ¡El único que quizás tenga tiempo de escapar de la sombra familiar!

Melania: la primera dama calculadora

La ex-modelo eslovena ha sabido jugar muy bien sus cartas. Comenzó modelando para revistas de moda y acabó en la Casa Blanca. Ha diversificado con su línea de joyería, inversiones inmobiliarias y ahora se ha subido al carro de las criptomonedas con $MELANIA.

Con un patrimonio de 50-70 millones, ha demostrado ser una estratega silenciosa pero efectiva.

Los Trump representan el sueño americano en su versión más descarnada: dinero, poder y una imagen cuidadosamente construida. Han creado un imperio basado tanto en ladrillo como en espejismos, convirtiéndose en un fenómeno que trasciende lo financiero para instalarse en lo cultural y político.

Mientras sus seguidores los veneran como ejemplos de éxito, sus críticos ven en ellos la personificación de un sistema que premia la herencia sobre el mérito y la apariencia sobre la sustancia. Sea como sea, los Trump siguen prosperando en un mundo cada vez más polarizado.