¡Del abismo al cielo: Mi asombro ante el meteórico ascenso de Adrian Portelli!

¡Madre mía, qué historia más alucinante! Este tío australiano, Adrian "Lambo Guy" Portelli, me tiene con la boca abierta. Estaba prácticamente en la ruina a los 29 años y en solo 4 años ha montado un imperio millonario... ¡y sin contratar a nadie! Increíble, ¿no?

En 2018, el pobre solo tenía 400 dólares en su bolsillo tras una racha de negocios fracasados. Me pregunto si yo habría tenido las agallas para seguir intentándolo después de tantos batacazos. Creó LMCT+, una web de comparación de precios de coches que al principio fue otro fiasco más. Pero entonces se le ocurrió algo brillante: ¿y si sorteaba un coche para atraer clientes?

Claro, los legalistas saltaron enseguida... "¡juego ilegal!" gritaron. Pero nuestro listillo encontró el truco: regalar directamente el coche y explotar una laguna legal. ¡Menuda jugada maestra!

Lo que más me revienta es que en dos años se gastó 10 millones en publicidad de Facebook. ¡10 millones! Y yo aquí mirando el saldo de mi cuenta para ver si puedo permitirme salir este finde. Este tío ha convertido esa inversión en una fortuna con concursos de coches y casas. Ya tiene una colección de superdeportivos que me provoca una envidia malsana.

Lo peor de todo es que LMCT+ genera más de 100 millones al año sin un solo empleado. ¿Es justo eso? Mientras muchos curramos como burros para llegar a fin de mes, él se forra vendiendo suscripciones digitales con gastos mínimos.

Aunque tengo que admitir que es un genio del marketing. Ha creado un imperio desde cero usando las redes sociales y contenidos virales. Las empresas tradicionales deberían tomar nota: o te conviertes en un medio de comunicación o te quedas atrás.

¿Y nosotros qué? ¿Seguiremos mirando desde la barrera o nos atreveremos a captar nuestra parte de la atención? Esta historia me demuestra que aún es posible dar el pelotazo con una buena idea y mucho marketing. Aunque sea difícil de tragar, hay que reconocer que el australiano ha sido un visionario.

¡Qué rabia me da no habérseme ocurrido a mí primero!

#HistoriasDeÉxito